¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

16°
18 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

La ausencia de Cristina, el gran vacío en el palco

Jueves, 21 de febrero de 2013 18:31
Boudou venía de ser abucheado en Santa Fe. En Salta la Policía le alejó disgustos, pero su presencia fue como un salvavidas de plomo.

El Bicentenario de la Batalla de Salta, a contrapelo de la trascendencia histórica de los hechos evocados, fue una celebración llena de desplantes. En la rotonda de Torzalito, donde Vialidad negó el permiso para instalar los bustos de Manuel Belgrano, José de San Martín y Martín Miguel de Gemes, la ofensa recayó sobre tres figuras prominentes de la gesta emancipadora y la comunidad de General Gemes.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Boudou venía de ser abucheado en Santa Fe. En Salta la Policía le alejó disgustos, pero su presencia fue como un salvavidas de plomo.

El Bicentenario de la Batalla de Salta, a contrapelo de la trascendencia histórica de los hechos evocados, fue una celebración llena de desplantes. En la rotonda de Torzalito, donde Vialidad negó el permiso para instalar los bustos de Manuel Belgrano, José de San Martín y Martín Miguel de Gemes, la ofensa recayó sobre tres figuras prominentes de la gesta emancipadora y la comunidad de General Gemes.

En los desfiles, gauchos que llegaron desde lejanas localidades para participar de los festejos, abandonaron la capital salteña sintiéndose convidados de piedra, porque las autoridades se retiraron dejando a muchos fortines sin desfilar.

También en el palco oficial, blanco de silbatinas, cánticos y abucheos cruzados, hubo notorias ausencias. La más llamativa fue la de la presidenta Cristina Fernández, cuya participación en los actos de Salta había sido descartada la semana anterior, seis días antes del fallecimiento de su suegra, María Juana Ostoic de Kirchner, el domingo último.

Diferencias políticas, y no la licencia que siguió al duelo, explican el gran vacío que vino a cubrir el vicepresidente Amado Boudou, el referente de la Casa Rosada con peor imagen. Ayer, camporistas que poblaron las adyacencias del Monumento 20 de Febrero dejaron en claro que el gobernador Juan Manuel Urtubey no goza de las mejores simpatías dentro de las bases viscerales del “modelo” instaurado en 2003.

El kirchnerismo, se sabe, no acepta tibiezas, posturas díscolas ni opciones a dos puntas. Árido terreno para un gobernador que se expresa a veces cristinista, otras veces con perfil independiente, y que en los peores momentos del proyecto K, tras la derrota eleccionaria de 2009, sacó a relucir sus aspiraciones de disputarle la candidatura presidencial al mismísimo Néstor Kirchner.

En octubre pasado, en declaraciones a medios nacionales, Urtubey volvió a anotarse en la carrera por la sucesión, ahora de Cristina, formalizando sus aspiraciones a competir por la presidencia en las elecciones de 2015.

Meses antes, había sido el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, quien admitió sus ambiciones presidenciales. Estos posicionamientos, así como las diferencias que se dan de tanto en tanto en educación, seguridad, derechos humanos y otras sensibles materias de la relación Nación-Provincias, pueden parecer nimiedades. Sin embargo, no lo son para aquellos que por estos días se desvelan buscando la forma de habilitar a Cristina, con o sin reforma constitucional, para que pueda postularse para un tercer mandato.

La del gobernador de Buenos Aires fue otra de las ausencias notorias en Salta. “Scioli guarda un gran cariño por Urtubey y por el pueblo salteño; tenía todo organizado para ir a las celebraciones, pero tuvo que quedarse trabajando con su equipo para que puedan empezar las clases en tiempo y forma”, aseguró ayer a El Tribuno el secretario de Comunicación Pública de la gobernación bonaerense, Juan Courel.

Hay una explicación menos diplomática y más probable: Scioli pegó el faltazo para evitar la foto con Boudou. A nadie escapa, además, que su relación con Urtubey acaba de tener un cortocircuito por la coparticipación federal, ya que el mandatario bonaerense reclamó que se apure el debate para definir el nuevo reparto de fondos y su par salteño salió a su cruce, al plantear no es momento para ese debate porque 2013 es un año electoral.

Uno de los que habían alineado con el reclamo de Scioli es José Manuel de la Sota. El gobernador cordobés, enfrentado con la Casa Rosada, subió tarde ayer al palco para evitar acercarse al Vicepresidente.

El Bicentenario de la Batalla de Salta tuvo demasiados distanciamientos, ausencias y desaires . Una pena.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD