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?Echados como perros?

Miércoles, 27 de febrero de 2013 20:27

Los seis policías de la Brigada de Investigaciones, que fueron dados de baja, como presuntos responsables de la golpiza propinada al rugbier Gerónimo Saravia, el pasado 22 de diciembre en la intersección de la avenida San Martín e Islas Malvinas, rompieron el silencio. Los implicados, el oficial auxiliar Juan Marcelo Contreras; los sargentos Jorge Chilo y Sergio Cruz, quien se encuentra internado con un pico de presión a raíz de lo sucedido, y los cabos Fabián Castillo, Cristian Nieva y Gerardo Ramos se declararon inocentes y aseguraron que la decisión de excluirlos de la fuerza no es más que una movida política. “Nosotros no le pegamos a nadie, somos inocentes, nos echaron como a perros; así pagaron tantos años de servicio y dedicación; nuestros legajos están impecables”, señalaron en una visita a El Tribuno, ayer, junto a su defensor, Santiago Pedroza. “El 22 de diciembre nos avisaron por radio que unas patrullas venían persiguiendo un automóvil Toyota Corolla y que el conductor estaba siendo golpeado y que le querían poner una bolsa en la cabeza; los interceptamos en la esquina de Lerma y La Rioja, pero cuando llegaron, hicieron marcha atrás, se subieron a la vereda y escaparon. Los perseguimos y finalmente los alcanzamos, junto a otros efectivos, en Islas Malvinas y San Martín. Eramos más de 20 móviles, todos con sirenas y balizas encendidas; no entendemos cómo Saravia pudo haber dicho que no sabía quién lo perseguía si desde un principio los vehículos estaban identificados y la zona estaba iluminada”, señalaron. “Junto a otros policías, el 911, Trata de Personas y la comisaría 2, comenzamos las mediaciones hasta que llegó un grupo de la Motorizada denominado "Gedam', a cargo del oficial Aciares. Ellos interrumpieron el procedimiento y con un arma rompieron un vidrio. En ese momento se les escapó un disparo y la situación se descontroló, abrieron las puertas del auto y bajaron a los ocupantes, era un tumulto de gente; no sabemos si ahí fue cuando lo golpearon, todos estábamos uniformados. A los pocos minutos el jefe de Unidad, Regional Enrique Cabrera, dispuso que estuviésemos a cargo y todos se fueron, dejaron a los sospechosos tirados en el suelo, con precintos de seguridad unos y esposas, otros. Estas últimas eran del cabo Alvarez y el agente Roldán de la comisaría 2; nosotros se las devolvimos y los llevamos hacia la dependencia”, contaron.

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Los seis policías de la Brigada de Investigaciones, que fueron dados de baja, como presuntos responsables de la golpiza propinada al rugbier Gerónimo Saravia, el pasado 22 de diciembre en la intersección de la avenida San Martín e Islas Malvinas, rompieron el silencio. Los implicados, el oficial auxiliar Juan Marcelo Contreras; los sargentos Jorge Chilo y Sergio Cruz, quien se encuentra internado con un pico de presión a raíz de lo sucedido, y los cabos Fabián Castillo, Cristian Nieva y Gerardo Ramos se declararon inocentes y aseguraron que la decisión de excluirlos de la fuerza no es más que una movida política. “Nosotros no le pegamos a nadie, somos inocentes, nos echaron como a perros; así pagaron tantos años de servicio y dedicación; nuestros legajos están impecables”, señalaron en una visita a El Tribuno, ayer, junto a su defensor, Santiago Pedroza. “El 22 de diciembre nos avisaron por radio que unas patrullas venían persiguiendo un automóvil Toyota Corolla y que el conductor estaba siendo golpeado y que le querían poner una bolsa en la cabeza; los interceptamos en la esquina de Lerma y La Rioja, pero cuando llegaron, hicieron marcha atrás, se subieron a la vereda y escaparon. Los perseguimos y finalmente los alcanzamos, junto a otros efectivos, en Islas Malvinas y San Martín. Eramos más de 20 móviles, todos con sirenas y balizas encendidas; no entendemos cómo Saravia pudo haber dicho que no sabía quién lo perseguía si desde un principio los vehículos estaban identificados y la zona estaba iluminada”, señalaron. “Junto a otros policías, el 911, Trata de Personas y la comisaría 2, comenzamos las mediaciones hasta que llegó un grupo de la Motorizada denominado "Gedam', a cargo del oficial Aciares. Ellos interrumpieron el procedimiento y con un arma rompieron un vidrio. En ese momento se les escapó un disparo y la situación se descontroló, abrieron las puertas del auto y bajaron a los ocupantes, era un tumulto de gente; no sabemos si ahí fue cuando lo golpearon, todos estábamos uniformados. A los pocos minutos el jefe de Unidad, Regional Enrique Cabrera, dispuso que estuviésemos a cargo y todos se fueron, dejaron a los sospechosos tirados en el suelo, con precintos de seguridad unos y esposas, otros. Estas últimas eran del cabo Alvarez y el agente Roldán de la comisaría 2; nosotros se las devolvimos y los llevamos hacia la dependencia”, contaron.

“En el sumario no nos dejaron declarar y el comisario Federico Mateo le dijo al cabo Castillo que señale a cualquiera de nosotros, porque necesitaba un responsable”, exclamaron.

Denunciaron las irregularidades

Los acusados denunciaron penalmente al jefe del Programa Jurídico de la Secretaría de Seguridad, Federico Mateos y al Secretario de Seguridad, Federico Jovanovics por incumplimiento de los deberes de funcionario público. En la misma se detalla el procedimiento y el pedido que le hizo el comisario Federico Mateo, al cabo Miguel Castillo diciendo “apuntá a alguien, necesito un responsable”.
Por otro lado, su abogado Santiago Pedroza señaló: “Me parece bochornoso que hayan despedido a seis policías cuando ni siquiera intervino la fiscalía, tienen que hacer la investigación como corresponde, es evidente que necesitan culpables a toda costa y cayeron éstos. Saravia que tiene una memoria tan selectiva a la hora de declarar, tiene que decir la verdad”.
 

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