Una nueva fiesta clandestina fue suspendida ayer a la madrugada por efectivos e inspectores municipales en el barrio San Luis, ubicado en la zona sur de esta capital.
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Una nueva fiesta clandestina fue suspendida ayer a la madrugada por efectivos e inspectores municipales en el barrio San Luis, ubicado en la zona sur de esta capital.
El hecho se registró tras un llamado anónimo que alertó a los policías de la zona, quienes luego se presentaron en el lugar y constataron que en el interior había menores de edad y que se vendían bebidas alcohólicas.
Cabe destacar que la fiesta se llevó a cabo en la calle Nevado de Palermo al 800 y, según los ocupantes de la vivienda, su dueño no se encontraba en ese momento.
Sin embargo, minutos después se pudo corroborar que el dueño de la misma era un joven identificado como Juan Vázquez (27), a quien se le realizó un acta de infracción y se procedió al secuestro de las bebidas encontradas en el inmueble.
Minutos después, más de 300 jóvenes, en su mayoría menores de edad, fueron desalojados del lugar. Pese al inconveniente, no se resistieron al pedido policial. Según fuentes extraoficiales, esta fiesta clandestina, como otras que se realizan los fines de semana, se organizan a través de la red social Facebook.
Tanto los efectivos como los inspectores no dudaron en felicitar al denunciante, ya que este tipo de fiestas, sin el control correspondiente, pueden terminar en situaciones graves que los organizadores no están en condiciones de atender.
Terminaron en una comisaría
Hace poco más de un mes, el 27 de diciembre pasado, una fiesta clandestina convocada a través de Facebook terminó en una comisaría de la localidad de Vaqueros.
En esa oportunidad, un grupo de padres denunció a Lara Rosario Pérez (34) por no dejar salir a sus hijos de una vivienda en la que se encontraban cerca de 200 menores en evidente estado de ebriedad.
El hecho ocurrió en una vivienda ubicada en la calle Hermano Francisco al 400, en una fiesta convocada bajo el lema “Jamaica party”. Tanto la entrada como las bebidas alcohólicas tenían un costo de $5.
Según informaron fuentes policiales, sobre la calle había un grupo de menores con botellas de cerveza y tetra brick. “Cuando intentamos entrevistarnos con la dueña de la casa, nos dijo que estaba haciendo una fiesta por el cumpleaños de su hijo y que tenía todo controlado. Por otro lado, algunos padres manifestaban que la mujer no dejaba que sus hijos salgan”, señaló uno de los efectivos.
Luego, al intentar despejar el lugar, los policías fueron atacados con piedras y otros elementos por los jóvenes.
Finalmente, decenas de menores, fueron demorados.