Hubo críticas a la omisión de temas centrales, como la inflación y la inseguridad, y a la utilización de un relato idealizado para mostrar lo que consideran los opositores que es un país irreal. También se cuestionó la referencia al acuerdo con Irán por la AMIA y la presión sobre los jueces.
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Hubo críticas a la omisión de temas centrales, como la inflación y la inseguridad, y a la utilización de un relato idealizado para mostrar lo que consideran los opositores que es un país irreal. También se cuestionó la referencia al acuerdo con Irán por la AMIA y la presión sobre los jueces.
El presidente del bloque radical, Ricardo Gil Lavedra, sostuvo que “no hubo ninguna mención concreta a la inseguridad, mas allá de la pelea doméstica. Todo lo politiza y lo sujeta a la mayoría. Con respecto al acuerdo con Irán, la presidenta invocó su buena fe e hizo una expresión de voluntarismo. Pero con eso no basta, creemos que el acuerdo es muy malo, peligroso y riesgoso”.
Fernando Pino Solanas, de Proyecto Sur, opinó que “sigue utilizando los datos truchos del INDEC sin reconocer la inflación real. El 45 por ciento de los trabajadores está en negro, y ella nos vende un país con datos dibujados por sus ministros”.
El socialista Hermes Binner consideró al discurso como “un relevamiento del pasado que no habla del futuro, ni de los problemas presentes: inflación, inseguridad, transporte, etc.”.
Alfredo Atanasoff, del Frente Peronista interpretó que “la Presidenta quiere intervenir la Justicia, no democratizarla. Luego de la ajustada votación por el memorándum de Irán, la Presidenta se dio cuenta que está lejos de tener el número necesario para modificar la Constitución, por eso quiere intervenir la Justicia, empezando por el Consejo de la Magistratura”.
Claudio Lozano, de Unidad Popular, señaló que “habló más de pasado que del presente y del futuro”, y agregó que “fue indignante cuando planteó que con el acuerdo con Irán se busca la conexión local, es incomprensible”.
El radical Ernesto Sanz afirmó que “la Presidenta ha obviado lo que pasa con la economía ahora".
El socialista Juan Carlos Zabalza opinó que “un montón de números no reflejan la realidad. La inflación sigue sin existir para el gobierno nacional. El análisis respecto a la inseguridad fue superficial y no hubo ninguna mención al crecimiento del narcotráfico en la Argentina”.
Su colega Roy Cortina opinó que “nadie puede estar en contra de la idea general de democratizar la justicia, pero cuando se presentan estas medidas todas juntas después de haber gobernado diez años, huele más a una intención de presionar a los jueces”.
“No venimos a calentar asientos”
Para los legisladores oficialistas, el discurso de la presidenta es una exposición del éxito del kirchnerismo y de su capacidad de asumir riesgos.
Defendieron todos los puntos de la extensa disertación, que se realizó en un recinto cuyos palcos estaban poblados de simpatizantes, actores y funcionarios kirchneristas.
* Agustín Rossi, jefe del bloque oficialista: “Comparto absolutamente lo que dijo la Presidenta, no somos un espacio político que viene a calentar el sillón, a hacer la plancha sino que venimos a asumir riesgos”.
* Diana Conti: “Hay que tener una mayor participación ciudadana en la justicia a través de la elección popular de los consejeros del Consejo de la Magistratura para tener mayor transparencia”.
* Aníbal Fernández: “La Presidenta dijo que la Constitución no será reformada. Estamos poniendo todas las cosas en su lugar, incluso las medidas cautelares, porque se ha hecho mucho daño, han tenido causas de rehenes, cautelares por 10 años, una vergenza”.
* Daniel Filmus: “Se salió del infierno de la crisis profunda que atravesaba la Argentina. Ha habido avances enormes, hay asignaturas pendientes en dirección de las que hay que trabajar".