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Abusos policiales: hay más de 300 denuncias sobre apremios cada año

Domingo, 17 de marzo de 2013 00:40

Los casos de dos salteños que permanecen en estado reservado tras ser heridos de bala en los últimos días dejaron abierta la preocupación sobre el uso de las armas que hace la Policía. Frente a los cuestionamientos, desde el Gobierno provincial respondieron que las balas de plomo se usan “solo cuando hay vidas en riesgo”. Sin embargo, la situación reabrió dudas sobre la capacitación de la fuerza y hay datos que hablan de un promedio superior a las 300 denuncias anuales por abusos de los efectivos.

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Los casos de dos salteños que permanecen en estado reservado tras ser heridos de bala en los últimos días dejaron abierta la preocupación sobre el uso de las armas que hace la Policía. Frente a los cuestionamientos, desde el Gobierno provincial respondieron que las balas de plomo se usan “solo cuando hay vidas en riesgo”. Sin embargo, la situación reabrió dudas sobre la capacitación de la fuerza y hay datos que hablan de un promedio superior a las 300 denuncias anuales por abusos de los efectivos.

Una mujer de 42 años permanece en el hospital San Bernardo desde el 1 de marzo, tras recibir un tiro durante un partido en el estadio de la Liga Salteña de Fútbol.

La herida se produjo, de acuerdo a la versión policial, durante un choque entre oficiales e hinchas que habrían intentando entrar a la cancha por la fuerza. Por el caso hay un uniformado detenido.

En el mismo hospital permanecía también un chico de 18 años que fue baleado en el barrio Juan Manuel de Rosas el 10 de marzo. Al adolescente lo lastimaron tras una confusa discusión con dos policías cuando estaba con sus amigos.

En la provincia hay un promedio superior a las 300 denuncias por abusos policiales cada año desde 2006, de acuerdo a datos difundidos por el diputado de la comisión de Derechos Humanos, Claudio del Plá. La cifra coincide con estadísticas que había dado a conocer la Fiscalía de Causas Penitenciarias y Policiales en 2012.

El secretario de Seguridad, Federico Jovanovics, dijo que las armas se pueden usar solo cuando hay vidas en riesgo, lo que aparentemente no habría sucedido en estos dos casos.

Jovanovics dijo que los dos hechos se están investigando y que se podría separar a los policías involucrados si se confirma que hubo excesos.

“La Policía considera que es legítimo mandar a efectivos armados a una manifestación. Hace semanas que pedimos que el ministro de Seguridad dé explicaciones en la Legislatura pero no lo conseguimos”, dijo Del Plá a El Tribuno.

El legislador también asoció la situación con normas que le concedan a la fuerza lo que calificó como “superpoderes”. “El sistema supone que la Policía sea tanto la que acusa como la que juzga las contravenciones de los ciudadanos”, indicó.

Las dudas sobre el accionar policial vienen creciendo desde 2010, cuando varios oficiales fueron culpados de haber obligado a cuatro jóvenes detenidos a confesar el homicidio de Evangelina Pisco.

Los arrestados contaron que admitieron haber matado a la víctima para que dejaran de golpearlos en una comisaría de Tartagal. Sin embargo, después se descubrió que la muerte había sido por un accidente en el que no tuvieron nada que ver.

En el caso de las dos turistas francesas asesinadas en la Quebrada de San Lorenzo en 2011, cuatro detenidos que luego fueron sobreseídos también hicieron público que los habían torturado para que se hicieran cargo del crimen.

El año pasado, un video que mostraba castigos a dos jóvenes alojados en una comisaría de General Gemes recorrió todo el país y generó reclamos de diferentes sectores.

Uno de los últimos incidentes en la calle se registró el 19 de febrero, en los festejos por el Bicentenario de la Batalla de Salta. Durante una de las presentaciones artísticas, se detuvo a vecinos que pretendían manifestarse contra el aumento de impuestos y se denunció que a un policía de civil se le cayó un arma que podría haberse disparado.

Los casos

Elizabeth Tévez, de 42 años, resultó herida de bala durante un partido que se jugó en el estadio de la Liga Salteña de Fútbol. Sufrió lesiones intestinales múltiples y estuvo grave durante días pero empezaba a evolucionar en las últimas horas. Solía ir a la cancha para llevar a su hijo.

Juan Estrada, de 18 años, recibió un disparo y tiene quebrada una vértebra. Estaba en la calle en el barrio Juan Manuel de Rosas cuando lo hirieron. Según relataron amigos, dos policías se bajaron de un móvil y le dispararon después de decir: “No se hagan los piolas, pendejos”. Supuestamente hubo un forcejeo.

Gerónimo Saravia, un estudiante de veterinaria y jugador de rugby, denunció en diciembre que policías lo persiguieron cuando iba en su camioneta y luego le dieron una feroz golpiza sin motivos. Por el caso, dieron de baja a seis efectivos de la fuerza.

Carmen Rosa Espinosa, una cuidadora domiciliaria de 45 años, denunció en la Fiscalía Penal que su hijo, un menor de 15 años, fue brutalmente golpeado por personal policial de la subcomisaría de Coronel Moldes. El hecho ocurrió en enero de 2013.

En noviembre de 2012, la transexual Ruth Rojas denunció que la Policía la golpeó brutalmente. El caso ocurrió en el barrio San Carlos, cuando volvía de bailar. Rojas contó que los efectivos le rompieron el vidrio del auto, la sacaron y la lastimaron. Sufrió múltiples heridas.
La denuncia en el Bicentenario

Las denuncias sobre abusos policiales que se conocieron en los últimos meses provienen de diferentes ámbitos y se originaron en distintos contextos. Uno de los últimos casos se produjo en los festejos por el Bicentenario de la Batalla de Salta.

El 19 de febrero, vecinos informaron que efectivos de la fuerza de seguridad los golpearon para evitar que se manifestaran en contra de la suba de impuestos cerca de la Legislatura.

El grupo pretendía expresarse en el marco de las celebraciones y el episodio terminó con varios heridos. Santiago Kalinsky, un periodista radial, estuvo entre los demorados y denunció además haber sido golpeado.

Consultadas sobre el caso, autoridades provinciales relativizaron la gravedad de los hechos y argumentaron que trataban de evitar que los vecinos llegaran al escenario.

Todo se originó en la esquina de Zuviría y Leguizamón. “Se armó una especie de redada”, contaron testigos. Los hechos quedaron registrados en filmaciones que se pudieron ver en portales y redes sociales.

La foto del trabajador de prensa herido recorrió páginas de medios de todo el país que cubrían los festejos.

De acuerdo a los testimonios, la represión comenzó apenas unos minutos después de que los manifestantes intentaran mostrar sus pancartas y entregar folletos en la zona.

Durante las celebraciones hubo más de 1.000 policías afectados a la seguridad, según informó oficialmente la Policía de la Provincia.

Con este fuerte despliegue, la fuerza intentaba prevenir incidentes por la presencia del vicepresidente de la Nación Amado Boudou, quien había sido abucheado días antes en un acto.

Otro video

Ayer, el fiscal de causas Policiales y Penitenciarias, Gustavo Vilar Rey, confirmó que siguen detenidos tres policías acusados de golpear a un preso en la Alcaidía Judicial.

De acuerdo a lo que trascendió, las agresiones quedaron registradas por las cámaras del edificio y los uniformados intentaban que el acusado confesara un robo.

En otro caso que se difundió públicamente, Hugo Carrizo, un hombre de 38 años, denunció que fue golpeado por tres policías en el interior de su casa de la calle Juan Carlos Dávalos.

El caso ocurrió durante la noche del 31 de diciembre de 2012. El hombre aseguró que tres efectivos que estaban realizando un procedimiento en su barrio entraron a su vivienda y lo golpearon.

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