Desde el sábado pasado los vecinos de Lamadrid, Miguel Ortiz y Mosconi cuentan con un puente totalmente renovado, a la altura del pasaje Ibazeta al 500. Esta pasarela es la quinta en su tipo sobre el canal de la avenida Constitución Nacional.
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Desde el sábado pasado los vecinos de Lamadrid, Miguel Ortiz y Mosconi cuentan con un puente totalmente renovado, a la altura del pasaje Ibazeta al 500. Esta pasarela es la quinta en su tipo sobre el canal de la avenida Constitución Nacional.
Los dos rieles y los treinta durmientes de madera originales fueron reemplazados por una estructura de hormigón antideslizante y a ambos lados se colocaron barandas de metal de caño redondo del tipo de las que se instalan en las puertas de los establecimientos educativos.
Durante 2012 los vecinos habían reclamado en diversas oportunidades a la Municipalidad capitalina que se arreglara ese puente porque, según manifestaban, los durmientes estaban flojos y en horas de la noche, en plena oscuridad, temían atravesarlo. Además, en la época de lluvias el canal se llena hasta el tope y las maderas se volvían muy resbalosas, lo que sumado a la falta de barandas revestía una gran peligrosidad. Por ello muchos habían optado por dejar de usarlo y alargar la travesía dirigiéndose a los otros pasos disponibles sobre el canal.
Sin embargo, no todos los habitantes de la zona están conformes con el trabajo realizado. María Mercedes, una señora que vive sobre el pasaje Ibazeta, dijo a El Tribuno que “este puente tiene 35 años. Mi hijo tiene 39 y nunca lo habían venido a arreglar; pero estas barandas que pusieron están flojas y no hay bajada para que puedan pasar los discapacitados en sillas de rueda o las mamás con sus cochecitos”.
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