La Fiscalía Correccional N§ 4 decidió imputar a los neurocirujano Federico Chuchuy, Marcelo Hessling y Marcelo Sandoval por el caso del niño de Isonza que llegó al Hospital Materno Infantil luego de sufrir un golpe en la cabeza y que falleció por aparente mala praxis.
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La Fiscalía Correccional N§ 4 decidió imputar a los neurocirujano Federico Chuchuy, Marcelo Hessling y Marcelo Sandoval por el caso del niño de Isonza que llegó al Hospital Materno Infantil luego de sufrir un golpe en la cabeza y que falleció por aparente mala praxis.
Según informaron a El Tribuno diferentes fuentes, lo que la fiscal Gabriela González intenta determinar es el motivo por el que el niño fue operado tardíamente e imputó a los tres neurocirujanos de ese nosocomio a partir de la pericia administrativa que ordenó y realizó el Ministerio de Salud de la Provincia, a través de la Dirección de Personal. Según los resultados de esa pericia, “el servicio de neurocirugía no estuvo a la altura de las necesidades del paciente”, dijeron off de récord quienes tuvieron conocimiento del documento.
En un principio, apenas se abrió la causa por supuesta negligencia de los médicos, Chuchuy y Sandoval fueron citados por la fiscal en carácter de testigos. Ahora, al quedar imputados, la causa podría volver a foja cero ya que no tendrán validez las declaraciones testimoniales de éstos.
Los cuestionamientos sobre Chuchuy hacen hincapié en que no habría intervenido a tiempo al niño. Este médico argumentó en reiteradas ocasiones que apenas observó la tomografía que se habría realizado tardíamente, pidió de manera urgente que preparen el quirófano. Según declaró también, lo intervino recién cuando bajó el niño a la sala de operaciones luego de que fuera derivado por los otros médicos que estaban a cargo del pequeño, quien había sufrido una descompensación en ese momento.
El caso de Isonza fue potenciado cuando se publicó la grabación de una conversación que un grupo de médicos del Hospital Público Materno Infantil mantuvo durante una reunión tras el fallecimiento del niño. Aparentemente, los allí reunidos habrían buscado un justificativo para encubrir una supuesta negligencia por parte de los médicos. Cuando saltó a la luz el caso, y luego de que la familia de Luciano Martínez recurriera a la Justicia, los primeros médicos imputados por la fiscal Gabriela González fueron el doctor Alberto Aleman, Walter Pereyra y José Muela.