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Brutal ataque barrabrava a un joven discapacitado

Sabado, 30 de marzo de 2013 10:20

Ezequiel Rodríguez, de 19 años, es hincha de Temperley y fue golpeado con piedras y palos por barras de San Martín de Burzaco en el tren Roca. El joven sufrió hundimiento de cráneo y fue operado en Avellaneda. Está fuera de peligro.
Un hincha de Temperley, Ezequiel Rodríguez, de 19 años y con discapacidad mental, fue golpeado con piedras y palos por barrabravas de San Martín de Burzaco en la estación de esa localidad del Sur del Conurbano Bonaerense.

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Ezequiel Rodríguez, de 19 años, es hincha de Temperley y fue golpeado con piedras y palos por barras de San Martín de Burzaco en el tren Roca. El joven sufrió hundimiento de cráneo y fue operado en Avellaneda. Está fuera de peligro.
Un hincha de Temperley, Ezequiel Rodríguez, de 19 años y con discapacidad mental, fue golpeado con piedras y palos por barrabravas de San Martín de Burzaco en la estación de esa localidad del Sur del Conurbano Bonaerense.

Rodríguez, que regresaba de ver la victoria de Temperley sobre Tristán Suárez, sufrió hundimiento de cráneo y fue operado en el Hospital Presidente Perón de Avellaneda, donde permanecerá internado hasta la semana que viene.

El hecho sucedió el domingo pasado en el tren de la línea Roca y fue producto de un ataque cometido por un grupo de barrabravas de San Martín de Burzaco, que volvían de ver el triunfo de su equipo ante Victoriano Arenas, encuentro correspondiente a Primera División D.

Graciela, la madre de Rodríguez, contó que su hijo tiene marcas en todo el cuerpo por los golpes que recibió (también le robaron la camiseta y las zapatillas).
La mamá del joven agredido se mostró satisfecha con la actitud que tomó el club Temperley, que donó una importante suma de dinero para colaborar con la familia, aunque no trascendió la cifra.
El presidente de Temperley, Hernán Lewin, aclaró que la familia está viviendo una “situación económica delicada” por lo que “se le hace difícil hasta pagar los viáticos para llegar al hospital”.

Evidentemente los códigos en la Argentina ya se rompieron desde hace mucho tiempo a esta parte. Los barras ya no respetan a nadie, y no sólo se pelean entre ellos, sino que ahora también agreden a gente con una capacidad inferior a las de ellos. Inadmisible.

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