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Verde ausente: hay varias calles sin árboles

Jueves, 07 de marzo de 2013 12:47

Airton va hacia un lado y hacia otro. Con sus “pataditas” evita que la pelota caiga durante varios segundos. Sus amigos, de Finca Valdivia, lo alientan. Aunque el verano ya dice adiós, ayer el sol era intenso. En una esquina, solo estaban ellos, ni siquiera árboles se visualizaba. Si la mirada se apuntaba a la cuadra del norte o a la del sur era igual. No había troncos ni hojas.

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Airton va hacia un lado y hacia otro. Con sus “pataditas” evita que la pelota caiga durante varios segundos. Sus amigos, de Finca Valdivia, lo alientan. Aunque el verano ya dice adiós, ayer el sol era intenso. En una esquina, solo estaban ellos, ni siquiera árboles se visualizaba. Si la mirada se apuntaba a la cuadra del norte o a la del sur era igual. No había troncos ni hojas.

Los chicos aseguraron que no solo utilizan gorras por una moda urbana, sino para protegerse del sol. En la cuadra las sombras escasean.

Dos jóvenes Testigos de Jehová, que van casa por casa para transmitir su mensaje, admiten que en la zona sudeste faltan árboles. No solo se conforman con llevar sombreros, sino que cargan sombrillas.

Eran las 16.30 y aún les quedaban algunos hogares para visitar en barrio El Círculo. “Ya estamos acostumbradas, pero sería bueno que pongan más árboles, no solo por la sombra, sino porque el barrio quedaría más lindo”, coincidieron.

En la avenida principal de El Círculo, a dos cuadras de la ruta provincial 26, la visibilidad disminuye por unos segundos. De la polvareda, de repente aparece un vecino que ya ni reniega por lo que padece.

Baja la tierra en suspensión y solo se observan postes, árboles y yuyos a lo lejos. Por esa cuadra el arbolado público tiene ausente. Algunos vecinos dicen que no hubo una campaña de forestación y otros lamentan que los actos de vandalismo tiren abajo los que plantaron las familias.

Piden una campaña

Marta sale de su casa de Finca Valdivia. Se acera a un sector de la vereda y muestra su joven árbol pezuña de vaca. “Lo cuido para que siga creciendo. No hay que sacarle la mirada porque hay gente que no tiene drama en quebrarlo o lastimarlo”. Su vecina, Simona, agrega: “Yo vivo a dos cuadras, y nadie fue a poner ni una semilla”.

Seis y media de la tarde. Las veredas y calles se poblaban de niños y niñas, con delantal blanco, que salieron de la escuela rumbo a sus casas. El sol se volvía más ameno. Sin embargo, algunas madres trataban de tener sombra, a la altura de la frente, con un cuaderno o carpeta.

En barrio Primera Junta, Mabel también lamenta que en la zona haya pocos árboles. Al frente de su casa existe un solo ejemplar. En contrapartida, a menos de un medio kilómetro, en barrio Solidaridad, el arbolado se expande a través de varias especies.

Los vecinos de la zona sudeste proponen que el vivero municipal realice una campaña de forestación. “No solo se debe concentrar en el cerro San Bernardo, en el centro o Tres Cerritos. Nosotros formamos parte de esta ciudad”, remarcó una residente de Finca Valdivia.

Para disponer de un aire de mejor calidad en las ciudades, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un árbol por cada tres habitantes. El arbolado proporciona un abanico de beneficios ya que absorbe el dióxido de carbono y cambia el oxígeno; modera los efectos de los rayos solares; forma un “nido” para los animales y da un valor agregado al patrimonio urbano. En la capital salteña aún no se sabe si se cumplen los parámetros internacionales, ya que el censo sigue sin dar a conocer los resultados definitivos.

El vandalismo pone en jaque la forestación

PARA QUE CREZCA MABEL RIEGA UNO DE LOS POCOS ARBOLES EN PRIMERA JUNTA.

 

“Habría que poner más árboles donde faltan. La Municipalidad tiene una gran cantidad de ejemplares que le donaron. Sería bueno avanzar con una campaña de forestación”, dijo Gustavo Paul, secretario de Ambiente de la Provincia.

El funcionario remarcó que “el arbolado tiene una variedad de beneficios. Desde su aporte de oxigenación a la atmósfera hasta cubrir del sol a cualquier vecino”.

Arrancados

En diálogo con El Tribuno, Darío Madile, secretario de Ambiente de la Municipalidad capitalina, aseguró que en diferentes barrios se plantaron árboles. Lamentó que en San Benito, donde se destinaron 200 árboles, algunas personas los hayan arrancado. “Hay que seguir insistiendo en la concientización”, indicó.

“El vecino tiene que entender los beneficios de tener árboles en su barrio. Sirven como cortinas de viento, son pulmones naturales, actúan como protectores y generan sombra”, detalló Madile.

La proliferación de asentamientos en los últimos años dejó afuera todo plan para fortalecer la población arbórea.

“Hay barrios de la ciudad que cuando fueron planificados no se contempló la colocación de árboles, y esto no es un detalle menor. Así se explica que aún hay barrios sin ejemplares”.

Arboles para el sudeste

“En dos meses arrancamos con otro proceso de reforestación que abarcará los barrios Solidaridad, Primera Junta, de nuevo San Benito, entre otros. Para que prosperen estas iniciativas es importante que se insista y si los sacan, volver a plantar. Es necesario concientizar sobre este tema, para evitar el vandalismo”, reiteró el funcionario municipal.

 

¿Y el censo de árboles?

¿Cuántos árboles hay en Salta? ¿Se cumple con los parámetros de una ciudad amigable con el ambiente? La respuesta aún sigue en deuda para los salteños.

Hace casi un año se lanzó un retrasado censo forestal. La iniciativa fue impulsada por la Secretaría Municipal de Medio Ambiente, en conjunto con la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Salta. Como lo indica una ordenanza de 1994, el objetivo era relevar el estado fitosanitario de los árboles de la capital provincial, además de la densidad y la cantidad de especies que hay. En base a los resultados obtenidos se pueda armar un plan de forestación de los espacios carentes de flora y de reforestación en los lugares que hagan falta.

Hoy, luego de varios meses desde que terminó la primera etapa de trabajo, la Secretaría Municipal de Medio Ambiente informó que se certificó a más de 30.000 especies arbóreas en el micro, macrocentro y en algunos barrios censados.

En diálogo con El Tribuno, Darío Madile, secretario municipal de Medio Ambiente, explicó que “en la primera etapa del censo hemos sacado distintos diagnósticos de árboles con posibles caídas, otros a los que hay que podar. Si bien todavía nos falta, tenemos varios árboles que hay que sacar ya que implican un riesgo de caída”.

Sin embargo, desde la Secretaría aún no publicaron información concreta como el estado fitosanitario, que formó parte de la primera etapa del censo. Así se sabe qué tipo de enfermedades aquejan a la población arbórea, cuáles son las especies que más abundan o si hay suficientes espacios verdes para una ciudad en crecimiento.

Por otro lado, Madile comunicó que estima que la segunda etapa del censo se iniciará en abril o mayo y que volverán a contar con la ayuda de estudiantes de la UNSa que cursan los últimos años de las carreras en Ciencias Naturales.

 

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