En medio del escándalo por el médico y la enfermera sorprendidos la semana pasada teniendo sexo en la salita de barrio Intersindical, el dirigente de la sanidad, Eduardo Abel Ramos, lanzó ayer un comunicado “en defensa del prestigio, honor y privilegio que representa ser un enfermero profesional”.
Ramos sostuvo también que “hubo un sector de la sociedad que se adelantó en juzgar un hecho aún no comprobado, que de ser cierto, debe ser tratado por las vías que correspondan. Pero en ningún momento esta situación habilita a desprestigiar el honor de la enfermería”.
Luego agregó que “ninguna persona, culpable o inocente se merece desprestigio alguno. Mucho menos nuestras enfermeras que reciben en sus manos la vida, en un ser que nace y acompañan hasta el último instante al ser que se marcha de esta tierra” reflexionó.
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En medio del escándalo por el médico y la enfermera sorprendidos la semana pasada teniendo sexo en la salita de barrio Intersindical, el dirigente de la sanidad, Eduardo Abel Ramos, lanzó ayer un comunicado “en defensa del prestigio, honor y privilegio que representa ser un enfermero profesional”.
Ramos sostuvo también que “hubo un sector de la sociedad que se adelantó en juzgar un hecho aún no comprobado, que de ser cierto, debe ser tratado por las vías que correspondan. Pero en ningún momento esta situación habilita a desprestigiar el honor de la enfermería”.
Luego agregó que “ninguna persona, culpable o inocente se merece desprestigio alguno. Mucho menos nuestras enfermeras que reciben en sus manos la vida, en un ser que nace y acompañan hasta el último instante al ser que se marcha de esta tierra” reflexionó.