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Quebrada de Escoipe: Las escuelas que luchan contra el olvido

Viernes, 12 de abril de 2013 11:06

Son cinco escuelas y un anexo secundario que están ubicadas en la segunda ruta más promocionada por el turismo de nuestra provincia.
La ruta provincial 33 se inicia en El Carril rumbo a Chicoana. Luego comienza la Quebrada de Escoipe, todo cuesta arriba. A unos 50 kilómetros de la ciudad capital está la primera escuelita, en el paraje El Nogalar, y a menos de 100 km está la última en el paraje San Martín, al pie de la Cuesta del Obispo.
En medio están la primaria de Agua Negra y un anexo del secundario de Chicoana; luego la de Escoipe y la más alejada en el paraje La Zanja.
La ruta circula encajonada en una quebrada profunda que cambia a cada kilómetro recorrido.
Las escuelas están allí, en unos 30 kilómetros de imponentes paisajes naturales.
Cuando uno viaja a Cachi, o a los Valles Calchaquíes, generalmente no tiene en cuenta a estas instituciones escolares que trabajan con niños de los cerros, con grandes condicionantes estructurales y con estrategias pedagógicas que buscan adaptarse a su realidad.
En la actualidad, el relato educativo oficial hace especial referencia a la importancia de considerar y dar respuesta a las necesidades originadas en la diversidad cultural.
Sin embargo, el concepto tiene diferentes significaciones según el territorio de aplicación.
Los docentes en Escoipe están más preocupados en otras consideraciones como la flexibilidad horaria y áulica o en los proyectos que vinculan al desarrollo productivo de la zona con los contenidos de las cajas curriculares oficiales.
Cada escuela tiene una particularidad, que está dada por la distancia y la altura en la que están ubicadas.
Si bien están a pocos kilómetros, cada una tiene su régimen de lluvias y sus cultivos, sus animales de cría y sus derivados particulares.
Lo que sí mantienen como constante son las condiciones estructurales, ya que en todos los parajes falta agua potable, cloacas y red de gas natural y tendido de energía eléctrica.
En ese contexto, la tendencia educativa que marca a los docentes de Escoipe circula en torno de reforzar la identidad, trabajar curricularmente con los saberes productivos de la zona y promover el arraigo a la tierra para evitar la migración de los niños hacia la ciudad.

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Son cinco escuelas y un anexo secundario que están ubicadas en la segunda ruta más promocionada por el turismo de nuestra provincia.
La ruta provincial 33 se inicia en El Carril rumbo a Chicoana. Luego comienza la Quebrada de Escoipe, todo cuesta arriba. A unos 50 kilómetros de la ciudad capital está la primera escuelita, en el paraje El Nogalar, y a menos de 100 km está la última en el paraje San Martín, al pie de la Cuesta del Obispo.
En medio están la primaria de Agua Negra y un anexo del secundario de Chicoana; luego la de Escoipe y la más alejada en el paraje La Zanja.
La ruta circula encajonada en una quebrada profunda que cambia a cada kilómetro recorrido.
Las escuelas están allí, en unos 30 kilómetros de imponentes paisajes naturales.
Cuando uno viaja a Cachi, o a los Valles Calchaquíes, generalmente no tiene en cuenta a estas instituciones escolares que trabajan con niños de los cerros, con grandes condicionantes estructurales y con estrategias pedagógicas que buscan adaptarse a su realidad.
En la actualidad, el relato educativo oficial hace especial referencia a la importancia de considerar y dar respuesta a las necesidades originadas en la diversidad cultural.
Sin embargo, el concepto tiene diferentes significaciones según el territorio de aplicación.
Los docentes en Escoipe están más preocupados en otras consideraciones como la flexibilidad horaria y áulica o en los proyectos que vinculan al desarrollo productivo de la zona con los contenidos de las cajas curriculares oficiales.
Cada escuela tiene una particularidad, que está dada por la distancia y la altura en la que están ubicadas.
Si bien están a pocos kilómetros, cada una tiene su régimen de lluvias y sus cultivos, sus animales de cría y sus derivados particulares.
Lo que sí mantienen como constante son las condiciones estructurales, ya que en todos los parajes falta agua potable, cloacas y red de gas natural y tendido de energía eléctrica.
En ese contexto, la tendencia educativa que marca a los docentes de Escoipe circula en torno de reforzar la identidad, trabajar curricularmente con los saberes productivos de la zona y promover el arraigo a la tierra para evitar la migración de los niños hacia la ciudad.

 

Nueva pedagogía 

La pedagogía del nuevo siglo exige a los docentes, sobre todo en contextos rurales, una mayor creatividad que busque favorecer un mundo plural, en el que todos se sientan ciudadanos y actores sociales.
La flexibilidad con respecto a los tiempos es necesaria, como por ejemplo en la escuela del paraje Escoipe donde hay niños que tienen que caminar horas para llegar a clases. La institución no cuenta con un albergue y los niños van y vienen todos los días.
En el caso de las escuelas del paraje San Martín y de La Zanja desarrollaron proyectos institucionales vinculado a las actividades productivas agrícolas.
En la primera lograron armar una conejera que la utilizan para manufacturar todos lo que se pueda de esa carne tan bondadosa.
En la segunda, desarrollaron un bosque de manzanos obteniendo gran variedad de productos también.
Ambas actividades se desarrollan en un doble turno como actividad curricular obligatoria.
En el caso del anexo del secundario en Agua Negra, los pocos espacios disponibles fueron flexibilizados, reciclados y adaptados para la tarea áulica, lo que hace referencia a la diversidad cultural.
Todas las escuelas de la ruta provincial 33 tienen la mismas carencias de servicios públicos, aunque todas mantienen sus particularidades en cuanto al desarrollo de las actividades de enseñanza y aprendizaje en plena concordancia con el lugar donde se encuentran.
Realizar un acercamiento a su comprensión y a sus consecuencias en el campo de la educación se hace necesario para una revisión política del contexto en el cual se desarrollan los procesos de enseñanza y aprendizaje y para saber que, institucionalmente, luchan contra el olvido.

4578 "Jaime Dávalos"

La escuela urge de soluciones simples

La primera escuela que se encuentra está a 50 km de Salta, en el paraje El Nogalar. Es la 4578 “Jaime Dávalos”, con 15 alumnos y con el personal único a cargo de Sandra Mabel Orquera.
Si bien es la más accesible, también es la que tiene mayores problemas fáciles de resolver.
Lo que más le preocupa a la directora es que ya comenzaron los primeros fríos y sus chicos no tienen calefacción. En realidad tiene dos salamandras, solo que falta que se las instalen. Completa la situación los techos que gotean.
La escuela brinda el servicio de comedor y recibe menos de $ 5 por niño.
La docente contó que recibió $3.600 del Gobierno.Compró las rejas que le costaron $3 mil y se quedó sin margen para las membranas. Mucho menos le alcanzará para la mano de obra.
Además hay problemas con los paneles solares que nunca tuvieron mantenimiento, por lo que ya no brindan energía. Entonces no se puede usar el equipo de música, el televisor y las cuatro computadoras. Sin contar con una máquina cortapasto ni con el frezzer.
Por el resto, a esta escuela le falta de todo. Pizarrones, juegos infantiles, mobiliarios áulicos, libros, textos escolares, calzado, ropa de abrigo, útiles y padrinos solidarios.
Para comunicarse con la directora Orquera hay que enviar un mail a [email protected].

Agua Negra

Funciona en dos prefabricadas

 A unos 60 km de la capital está ubicado el paraje Agua Negra. Allí funcionan dos unidades educativas en un mismo predio. Uno de ellos es el anexo del secundario de Chicoana, que funciona en dos casillas de madera prefabricadas.
Al frente del anexo está la preceptora Cecilia Teruel quien tiene a cargo a 40 estudiantes que se distribuyen en cinco cursos. Teruel comentó que el anexo fue creado hace 5 años con el fin de evitar el desarraigo en los adolescentes de la quebrada, ya que antes los chicos debían cursar en Chicoana o en El Carril.
Lo más destacable de la estrategia pedagógica de los docentes fue flexibilizarse a una disposición espacial escasa.
Como ejemplo sirve decir que hasta hace poco carecían del beneficio del comedor de una asociación gaucha vecina. Los chicos debía tomar clases y comer en el mismo lugar.
La directora Gloria Molina dio la buena noticia y agradeciendo al intendente de Chicoana, Esteban Ivetich, destacó su gestión por la cual desde la semana próxima estudiantes y docentes comenzarán a almorzar nuevamente en el predio gaucho.
También dijo que colaborará con el proyecto de ampliación con la mano de obra. Con ese empujón la directora Molina dijo que cualquier tipo de ayuda con los materiales serán bien recibidos.
Para comunicarse con Molina hay que marcar el 490-7008, de 8 a 12.

 

Coronel Norberto Caro

Comparte el patio con el secundario

Se puede decir, a simple vista, que la escuela 4459 “Coronel Norberto Caro”, del paraje Agua Negra, es la que mejores condiciones tiene.
Ordenada, con muchos materiales didácticos y en muy buenas condiciones edilicias, trabaja en jornada completa con su directora Silvia Funes.
La docente tiene a 21 niños a su cargo, de los cuales 7 están en Nivel Inicial.
Para que cada niño que cursa la primaria reciba su desayuno, almuerzo y merienda el Ministerio de Educación brinda 4,25 pesos diarios. Son 3,15 pesos para los pequeñitos del jardín.
Sin embargo, la directora dejó en claro que en ningún momento el Ministerio de Educación dejó de asistirla, que le dieron el dinero suficiente para refacciones y por último también agradeció la ayuda del intendente de Chicoana.
Una de las curiosidades que tiene la primaria de Agua Negra es que comparte el predio con el anexo secundario, por lo que los niños y adolescentes tienen el mismo verde patio para los recreos.
Para esto, la directora flexibilizó y modificó los horarios de los recreos y de los trabajos que los niños deben realizar fuera del aula.
En cuanto a lo único que le quedó arreglar son las paredes de los baños.
Ella solicita concretamente azulejos. Para comunicarse con la directora Silvia Funes hay marcar el 493-2010.

Santa Rita
No tienen agua desde el año pasado

A 80 km de la ciudad hay una escuela pegada a una Iglesia que se ve desde la ruta como una postal. Se trata de la Nº 4372 “Santa Rita”, del paraje Escoipe.
No tiene albergue, pero sí cuenta con el servicio de comedor de jornada completa para 10 alumnos.
La directora Alicia Arancibia de Paganetti le contó a El Tribuno que como no tiene el albergue, los niños deben caminar grandes distancias todos los días para llegar hasta la escuela.
Tal es el caso de Simona Tolaba, que demora 5 horas para llegar del puesto Aguas Castilla; o de las hermanitas Tamara y Jazmín Morales que recorren a pie 3 horas desde La Yesera. Estas pequeñas tienen 5 años y van al Jardín.
Pero la directora tiene un problema que es acuciante. El último alud, de diciembre del año pasado, se llevó río abajo la manguera de la toma de agua. Además, la vertiente quedó seca y ahora hay un solo hombre trabajando. La directora pide ayuda y una manguera.
Por último, el agrónomo Lucas Gallo comenzó a construir un invernadero y pide plásticos transparentes. Para comunicarse llamar al 423-0476.

 

La Zanja

Le falta una mano de obra solidaria

La escuela Albergue 4353 del Paraje La Zanja tiene 102 años de existencia y aún no tiene nombre. La Zanja está a 9 km por un desvío de la ruta principal cerca de Escoipe. Es un paisaje surrealista.
Su directora, Mercedes Ochoa, dijo que querían que la bauticen con el nombre de Osvaldo Postigo por la gran ayuda que recibió siempre del empresario bicicletero.
La escuelita tiene 24 alumnos, de los cuales 12 están albergados en un espacio físico que ya quedó pequeño.
Ahora bien, la directora consiguió todos los materiales necesarios para la ampliación, solo falta la mano de obra.
Ya realizaron todos los trámites administrativos ante el Ministerio, pero nuevamente no entró en el presupuesto.
Por otro lado es inquieta la gestión de Ochoa, junto con el ingeniero agrónomo Angel Guerrero y la docente de actividades prácticas Martina de Flores, que hicieron un bosque de manzanos.
Con la gran producción obtenida de frutos realizan todo tipo de productos derivados, totalmente orgánicos tales como vinagres y conservas, que los venden en ferias de la zona.

 

Ernesto Rodríguez Peña

Con calefactores para gas natural

La escuela número 4740 “Ernesto Rodríguez Peña”, del paraje San Martín es la última escuelita y está al comienzo de la Cuesta del Obispo. Es una escuela con 34 niños, de los cuales 32 están albergados. Al ser la última es la más fría.
El director Juan Teseyra dijo que el albergue está completo, solo que le falta calefacción. Recibió de Educación los calefactores, pero éstos funcionan con gas natural, servicio que resulta una utopía a casi 100 km de la capital. Por eso el director pide una “chancha”.
Otro aspecto a revisar son los paneles solares, que por la ausencia de mantenimiento no cargan las baterías necesarias y por lo tanto la energía solo alcanza para la noche.
Con Teseyra también trabajan Miriam Chocobar y Emilia Romero que, junto al agrónomo Hugo Carrizo lograron tener una conejera de la cual obtienen todos los derivados de la carne. Además trabajan con cayotes y otros productos de huerta que también los salen a vender en las ferias.
Lo que les falta a los chicos es ropa de abrigo. Para comunicarse con Teseyra llamar al 154-530281.
 

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