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Roban 10.000 pesos en la iglesia Espíritu Santo de barrio Autódromo

Domingo, 14 de abril de 2013 23:10

 Un audaz como insólito robo de dinero perpetraron ayer al menos dos ladrones en la parroquia Espíritu Santo de barrio Autódromo, ubicado al este de esta capital, casi sobre el acceso turístico.

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 Un audaz como insólito robo de dinero perpetraron ayer al menos dos ladrones en la parroquia Espíritu Santo de barrio Autódromo, ubicado al este de esta capital, casi sobre el acceso turístico.

El cura párroco a cargo del templo cristiano de esa populosa barriada, Jesús Alberto Quintana, denunció a las 19.30 que personas desconocidas, tras forzar las puertas de ingreso a la sacristía, robaron desde el interior de la iglesia una suma cercana a los 10.000 pesos, que se hallaban pegados a una pared y a la vez oculto detrás de una imagen sagrada de un santo cuyo nombre no especificó. La denuncia la radicó en la subcomisaría de barrio Autódromo.
El robo, según denunció el cura Quintana, se habría producido ni bien se ausentó en horas de la tarde (a las 13) con rumbo a la localidad de Rosario de Lerma, donde posee familia.
Un vecino dijo ayer que Quintana salió con un grupo de personas del mismo barrio y que se encontraba en la zona al momento de producirse el robo.
Una decena de fieles, entre ellas varias mujeres, se congregaron cerca del Angelus en las puertas de la iglesia Espíritu Santo, mientras el párroco radicaba la denuncia policial en la subcomisaría.
“Los ladrones vinieron por la plata recaudada tras los diversos bingos y rifas que Quintana realiza durante el año, cuyos ingreso vuelca en obras de caridad”, dijo uno de los presentes. Una fuente policial consultada ayer aseguró que el padre Quintana lo único que denunció como faltante en toda la iglesia era la abultada suma de dinero que escondía detrás de un santo.
Personal de Criminalística fue convocado de inmediato para tomar huellas y reunir elementos para esclarecer el hecho, que fue repudiado sin distinciones por todo el vecindario, que recordaron a este cronista la inseguridad reinante en las calles de la zona. Un vecino calificado por los años dijo a El Tribuno: “Ya no hay respeto; ni los curas ni la iglesia se salvan. Lo único que falta es que roben la comisaría, todo lo demás ya lo robaron”, dijo.

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