En la primera ronda del Masters 1000 de Montercarlo, que se disputa sobre polvo de ladrillo, el primer argentino en salir a la cancha fue Horacio Zeballos, ante Marin Cilic.
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En la primera ronda del Masters 1000 de Montercarlo, que se disputa sobre polvo de ladrillo, el primer argentino en salir a la cancha fue Horacio Zeballos, ante Marin Cilic.
En un encuentro marcado por la alta cantidad de errores de ambos tenistas, el corata aprovechó mejor sus oportunidades y avanzó a la segunda ronda.
Cilic se quedó con la primera manga por 6-2 luego de quebrar en tres ocasiones el juego de su rival, a quien no le dio oportunidades de ensayar una reacción.
En el segundo parcial la constantes fueron los quiebres de saque, ambos dispusieron de oportunidades para cerra el set a su favor pero no las supieron aprovechar y debieron definir en el tie break.
Allí el marplatense no pudo capitalizar su primer opción para cerrar el juego en su favor y en la segunda consiguió la ventaja necesaria para quedarse con la manga por 7-6 (6).
En la última manga, Cilic se puso en ventaja por 3 a 0, y a partir de allí controló el partido. Zeballos tuvo la oportunidad de recuperar el juego de servicio perdido pero no estuvo preciso y cayó ante el noveno preclasificado del certamen.
Así, el marplatense se despidió en la primera ronda del Masters 1000 de Montecarlo, el primer de los torneos importantes sobre polvo de ladrillo que se disputan previo a Roland Garros.
Los otros dos argentinos que disputarán este certamen, que reparte 2.646.495 euros en premios, son los tandilense Juan Martín Del Potro y Juan Mónaco.
Del Potro, séptimo en el ranking mundial, debutará en la segunda ronda por su condición de quinto preclasificado, y en esa instancia aguardará por el ganador del juego entre el ucraniano Alexandr Dolgopolov (22) y el australiano Bernard Tomic (43).
Por su parte, Mónaco (18) arrancará en la primera ronda frente al eslovako Martin Klizan (32), en tanto que Zeballos (39) tendrá un muy difícil examen ante el croata Marin Cilic (9).
Los candidatos
Con la moral alta por su victoria en marzo en Indian Wells tras una segunda mitad de 2012 de baja por lesión, el español Rafael Nadal comienza el domingo el Masters 1000 de Montecarlo (13-21 de abril), donde se ha impuesto en ocho ocasiones consecutivas (desde 2005).
El tenista mallorquín buscará, en el que cada año califica como "el más bonito de los Masters 1000", su novena victoria y otra inyección de confianza, ahora en la temporada de tierra europea, para luchar por su octava corona en Roland Garros.
Con sólo una derrota (en 2004) en 45 partidos en el Montecarlo Country Club, la presencia de Nadal este año tiene un sabor especial.
Llega como el quinto jugador de la ATP, algo que no ocurría desde 2005, por lo que su ya de por si superlativa hambre de victoria puede haberse acrecentado después de siete meses de parate en los que se perdió los Juegos Olímpicos, el Abierto de Estados Unidos y el Abierto de Australia.
Pero su regreso no ha podido ser más esperanzador. Logró en Indian Wells su 22° Masters 1000 (récord absoluto) al imponerse en la final al argentino Juan Martín del Potro.
Desde que volviera a las pistas tiene un balance de 17 victorias y una derrota (en la final de Viña del Mar contra el argentino Horacio Zeballos, 73° de la ATP), habiendo ganado a cuatro jugadores del Top 10 y sólo cediendo un set ante ellos.
Para no forzar sus articulaciones, Nadal decidió hacer un descanso y no participar en el Masters 1000 de Miami, donde se presentaba como el gran favorito.
En Montecarlo tiene un camino asequible hasta semifinales, donde se enfrentaría con el brit nico Andy Murray, precisamente el vencedor en Miami.
La serenidad de Nadal contrasta con los problemas del número uno mundial, el serbio Novak Djokovic.
Después de sufrir un esguince en el tobillo derecho el fin de semana pasado en la Copa Davis, su participación en Montecarlo ha quedado sujeta a su estado físico en el último momento antes de un torneo especial para ‚l ya que se juega en la ciudad que vive.
Djokovic permanece en el cuadro y reanudó el entrenamiento el viernes con una suave sesión. Espera poder tomar parte en una competición que nunca ha ganado (finalista en 2009 y 2012).
En 2011 no participó por problemas en la rodilla y el año pasado fue capaz de llegar a la final en una semana en la que vivió un duro momento personal al perder a su abuelo, al que estaba muy unido.
Después de decepcionar en Miami (eliminado en octavos por el alemán Tommy Haas), Djokovic no debería tener problemas hasta cuartos, donde se encontraría con un rival duro como Del Potro.
Como el año pasado, el suizo Roger Federer es baja porque ha preferido descansar para preparar el resto de la temporada.
El español David Ferrer, número cuatro del mundo, tampoco estar por "problemas físicos" en un torneo en el que fue finalista en 2011 ante Nadal, con el que perdió por 7-5 y 6-4.