La tecnología avanza para que los procedimientos sean cada vez más sencillos. De esto se trató el primer implante de válvula aórtica a través de un catéter que se realizó por primera vez en Salta y en el NOA. El implante de la válvula se aplicó a dos mujeres mayores de 80 años que padecían estrechez (estenosis) severa de la vena aorta. “El procedimiento es revolucionario”, explicó Luis Tapia, jefe del Servicio de Hemodinamia del sanatorio El Carmen, en donde se hizo la práctica.
Se trata de un procedimiento que no necesita cirugía y que se hace a través de una punción en la vena de la ingle del paciente.
Se llama catéter TAVI, algo así como un bolígrafo grueso que se introduce en la persona por la vena femoral y se lo dirige hasta el corazón y , por manejo externo, se libera del catéter la nueva válvula que quedará para que la aorta funcione con normalidad.
Tapia destacó que esta práctica no está recomendada para todas las personas con este diagnóstico, sino “para aquellas que tengan alto riesgo quirúrgico, que tengan por ejemplo enfermedades pulmonares, renales o que por ejemplo haya mucho riesgo para una cirugía convencional”.
El hemodinamista expresó que el medico clínico o cardiólogo es el que propone hacer el procedimiento en la persona y así se inicia el pedido en la obra social y en un centro de vigilancia externa de Holanda que debe aprobar el implante.
“Este es un proceso muy riguroso y el trámite es lento. Si el Centro de Holanda da el apto al procedimiento, la obra social recién libera la compra”, explicó el jefe del Servicio de Hemodinamia, quien agregó que una de las mujeres esperó dos años para realizarse la práctica.
El equipo médico estuvo integrado por Jorge Limpias, Sergio Argiró, Jerónimo Heredia y tuvo la asistencia de Antonio Scuteri, hemodinamista del hospital Español de Buenos Aires. Fue enviado para dirigir el procedimiento en Salta, por el Centro de Vigilancia de Holanda.
inicia sesión o regístrate.
La tecnología avanza para que los procedimientos sean cada vez más sencillos. De esto se trató el primer implante de válvula aórtica a través de un catéter que se realizó por primera vez en Salta y en el NOA. El implante de la válvula se aplicó a dos mujeres mayores de 80 años que padecían estrechez (estenosis) severa de la vena aorta. “El procedimiento es revolucionario”, explicó Luis Tapia, jefe del Servicio de Hemodinamia del sanatorio El Carmen, en donde se hizo la práctica.
Se trata de un procedimiento que no necesita cirugía y que se hace a través de una punción en la vena de la ingle del paciente.
Se llama catéter TAVI, algo así como un bolígrafo grueso que se introduce en la persona por la vena femoral y se lo dirige hasta el corazón y , por manejo externo, se libera del catéter la nueva válvula que quedará para que la aorta funcione con normalidad.
Tapia destacó que esta práctica no está recomendada para todas las personas con este diagnóstico, sino “para aquellas que tengan alto riesgo quirúrgico, que tengan por ejemplo enfermedades pulmonares, renales o que por ejemplo haya mucho riesgo para una cirugía convencional”.
El hemodinamista expresó que el medico clínico o cardiólogo es el que propone hacer el procedimiento en la persona y así se inicia el pedido en la obra social y en un centro de vigilancia externa de Holanda que debe aprobar el implante.
“Este es un proceso muy riguroso y el trámite es lento. Si el Centro de Holanda da el apto al procedimiento, la obra social recién libera la compra”, explicó el jefe del Servicio de Hemodinamia, quien agregó que una de las mujeres esperó dos años para realizarse la práctica.
El equipo médico estuvo integrado por Jorge Limpias, Sergio Argiró, Jerónimo Heredia y tuvo la asistencia de Antonio Scuteri, hemodinamista del hospital Español de Buenos Aires. Fue enviado para dirigir el procedimiento en Salta, por el Centro de Vigilancia de Holanda.
La causa
La vena aorta se abre y se cierra constantemente desde el nacimiento. El estrechamiento se produce por degeneración de calcio de la válvula. Afecta principalmente a las personas mayores de 65 años; el 5% de las personas mayores de 80 años lo padece. Con un control de rutina, el cardiólogo debería detectar la estenosis. Cuando hay síntomas, sienten fatiga o agitación o sufren lipotimias cuando hacen un esfuerzo, entre otros.