El crecimiento de los vinos argentinos en el mundo no sólo impulsó la actividad vitivinícola en Mendoza y San Juan, las dos principales provincias productoras. Inversores argentinos y extranjeros se volcaron también a producir en Salta, una tradicional zona productiva con bodegas centenarias.
En la última década, creció 140% la cantidad de bodegas que producen vino en esa provincia, al pasar de 15 a 36 establecimientos, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). Mientras la superficie de viñedos creció en todo el país un 13,6% desde 2000, en los Valles Calchaquíes Salteños –Cafayate, San Carlos y Molinos– lo hizo el doble, en un 28%, al sumar 502 hectáreas nuevas, hasta un total de 2.635 hectáreas.
Los vinos de los Valles Calchaquíes son promocionados como Vinos de Altura, ya que los viñedos se encuentran entre 1.600 y 3.100 metros sobre el nivel del mar, lo que les otorga, junto al clima y el suelo local, tipicidades únicas, con vinos más frutados y concentrados.
En un informe de la Secretaría de Industria, Comercio y Financiamiento de Salta se destaca que, en la última década, las bodegas ya instaladas aumentaron la superficie sembrada y que surgieron emprendimientos, tanto de nuevas bodegas como empresas radicadas en Mendoza que sumaron tierras en Salta. En principio, los inversores se acercaron a Salta interesados en producir torrontés, pero luego sumaron variedades tintas.
Uno de los últimos proyectos en desembarcar es Piattelli Vineyards, una bodega que pertenece al norteamericano Jon Malinski, quien ya tenía una bodega en Mendoza. Dos semanas atrás, el empresario inauguró su segunda bodega en la localidad de Cafayate, con u$s 12 millones de inversión.
Inicialmente, Malinski hizo negocios inmobiliarios en Mendoza en 2001. Pero se enamoró de dicha ciudad y de sus vinos y, en 2006, compró una bodega boutique en Agrelo, a la que llamó Piattelli Vineyards, como una de las marcas de la bodega adquirida.
Más tarde, en 2008, decidió comprar dos fincas en Cafayate y Animaná, Salta, con 193 hectáreas en total, y comenzó a construir su bodega en la zona, con capacidad para 960.000 litros y haciendo foco en productos orgánicos. Entre ambas fincas, cuenta con 95 hectáreas plantadas, que incluyen malbec, cabernet sauvignon, tannat, cabernet franc y petit verdot y torrontés. Hoy, elabora 200.000 botellas, de las cuales exporta el 95% a Estados Unidos y el resto vende en Argentina.
El establecimiento, de 5.500 m2, divididos entre el sector productivo y el área turística, fue inaugurado dos semanas atrás, con la presencia del gobernador Juan Manuel Urtubey.
Si bien Salta produce aún sólo el 1% del total de vino argentino, aporta cerca del 6% de las exportaciones locales. En 2012 Salta exportó 48.342,13 hectolitros por u$s 22,57 millones FOB, un 36,6% más en volumen y 74,73% en dólares que en 2008. Lo exportado equivale al 20,1% de la producción provincial.
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El crecimiento de los vinos argentinos en el mundo no sólo impulsó la actividad vitivinícola en Mendoza y San Juan, las dos principales provincias productoras. Inversores argentinos y extranjeros se volcaron también a producir en Salta, una tradicional zona productiva con bodegas centenarias.
En la última década, creció 140% la cantidad de bodegas que producen vino en esa provincia, al pasar de 15 a 36 establecimientos, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). Mientras la superficie de viñedos creció en todo el país un 13,6% desde 2000, en los Valles Calchaquíes Salteños –Cafayate, San Carlos y Molinos– lo hizo el doble, en un 28%, al sumar 502 hectáreas nuevas, hasta un total de 2.635 hectáreas.
Los vinos de los Valles Calchaquíes son promocionados como Vinos de Altura, ya que los viñedos se encuentran entre 1.600 y 3.100 metros sobre el nivel del mar, lo que les otorga, junto al clima y el suelo local, tipicidades únicas, con vinos más frutados y concentrados.
En un informe de la Secretaría de Industria, Comercio y Financiamiento de Salta se destaca que, en la última década, las bodegas ya instaladas aumentaron la superficie sembrada y que surgieron emprendimientos, tanto de nuevas bodegas como empresas radicadas en Mendoza que sumaron tierras en Salta. En principio, los inversores se acercaron a Salta interesados en producir torrontés, pero luego sumaron variedades tintas.
Uno de los últimos proyectos en desembarcar es Piattelli Vineyards, una bodega que pertenece al norteamericano Jon Malinski, quien ya tenía una bodega en Mendoza. Dos semanas atrás, el empresario inauguró su segunda bodega en la localidad de Cafayate, con u$s 12 millones de inversión.
Inicialmente, Malinski hizo negocios inmobiliarios en Mendoza en 2001. Pero se enamoró de dicha ciudad y de sus vinos y, en 2006, compró una bodega boutique en Agrelo, a la que llamó Piattelli Vineyards, como una de las marcas de la bodega adquirida.
Más tarde, en 2008, decidió comprar dos fincas en Cafayate y Animaná, Salta, con 193 hectáreas en total, y comenzó a construir su bodega en la zona, con capacidad para 960.000 litros y haciendo foco en productos orgánicos. Entre ambas fincas, cuenta con 95 hectáreas plantadas, que incluyen malbec, cabernet sauvignon, tannat, cabernet franc y petit verdot y torrontés. Hoy, elabora 200.000 botellas, de las cuales exporta el 95% a Estados Unidos y el resto vende en Argentina.
El establecimiento, de 5.500 m2, divididos entre el sector productivo y el área turística, fue inaugurado dos semanas atrás, con la presencia del gobernador Juan Manuel Urtubey.
Si bien Salta produce aún sólo el 1% del total de vino argentino, aporta cerca del 6% de las exportaciones locales. En 2012 Salta exportó 48.342,13 hectolitros por u$s 22,57 millones FOB, un 36,6% más en volumen y 74,73% en dólares que en 2008. Lo exportado equivale al 20,1% de la producción provincial.
Fuente: Cronista.com