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El fútbol argentino sigue bajo sospecha

Lunes, 22 de abril de 2013 22:50

El momento que atraviesa el arbitraje argentino es el peor en mucho tiempo. Los constantes fallos polémicos (goles mal anulados, posiciones adelantadas no advertidas, penales inventados o no sancionados, etc.), le ponen un manto de sospecha al fútbol doméstico, en plena etapa de definición; arriba y abajo de la tabla de posiciones.

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El momento que atraviesa el arbitraje argentino es el peor en mucho tiempo. Los constantes fallos polémicos (goles mal anulados, posiciones adelantadas no advertidas, penales inventados o no sancionados, etc.), le ponen un manto de sospecha al fútbol doméstico, en plena etapa de definición; arriba y abajo de la tabla de posiciones.

Gruesas equivocaciones como el penal sancionado por Néstor Pitana, a favor de River, contra Godoy Cruz (foul a Luna fuera del área), o el gol que Juan Pablo Pompei no le convalidó a Nico Blandi de Boca (aunque después el pito asumió el error), entre otros fallos polémicos, determinantes en el resultado final de varios partidos, crispan los ánimos de jugadores, técnicos y dirigentes. Incluso, encienden una luz de alarma por el nivel de los “hombres de negro”, más bajo de lo acostumbrado.

Lejos de hacer autocrítica, los árbitros buscan factores externos para justificar su ineficacia, Por ejemplo Sergio Pezotta cargó contra los periodistas que trabajan dentro del campo de juego porque les cuentan a los DT los errores de los jueces luego de ver la jugada por TV. Ni qué hablar de la actitud del presidente del Sadra, Guillermo Marconi (confeso hincha de Independiente), que pidió que ningún árbitro de su sindicato dirija al rojo para evitar suspicacias. Mientras tanto, quedará en la duda si fue Julio Humberto Grondona el que le sugirió a Miguel Brindisi asumir como DT del club de Avellaneda, que está muy cerca de perder la categoría.

Todo está bajo sospecha, el tufillo a podrido se huele por todas partes. A su vez, la violencia sigue haciendo mella sin que desde el Estado se tomen medidas de fondo.

Lamentablemente, en nuestro fútbol hoy es preferible no aclarar que oscurece.

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