El Tribunal Oral Federal de Salta realizó dos inspecciones oculares en el marco del juicio por la megacausa de la UNSa. La primera fue el cementerio de la Santa Cruz, donde tres testigos identificaron el lugar donde se inhumaron restos de víctimas de la última dictadura militar. La segunda se realizó en el camino a Lesser, donde apareció acribillado el gremialista Enrique Fronda, en enero de 1975. Los testigos José Manuel Costelo, Nicanor Guaymás y Alejandro Jesús Ahuerma identificaron en el cementerio el sitio donde se cavaron fosas para enterrar cadáveres de NN. Costelo aseguró que en el lugar reconoció el maxilar de la docente Gemma Fernández Arcieri, cuyo cadáver y el de su esposo Héctor Gamboa fueron destrozados por un explosivo tras ser secuestrados desde su domicilio en septiembre de 1976. “En horas de la noche llegaban los Unimog del Ejército y descargaban los cuerpos en una fosa que abrieron con máquinas de la Municipalidad”, aseguró el testigo Guaymás, empleado del cementerio. Y agregó que “todo se hacía fuera del horario de atención, generalmente a la madrugada”. El Tribunal integrado por los jueces Carlos Jiménez Montilla y Gabriel Casas se constituyó luego en el lugar donde asesinaron a Fronda, en la ruta a Lesser, entre Vaqueros y San Lorenzo. Allí el testigo José Carrasco explicó que la víctima estaba en la banquina a de la ruta provincial 28 y que presentaba varios impactos de bala.
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El Tribunal Oral Federal de Salta realizó dos inspecciones oculares en el marco del juicio por la megacausa de la UNSa. La primera fue el cementerio de la Santa Cruz, donde tres testigos identificaron el lugar donde se inhumaron restos de víctimas de la última dictadura militar. La segunda se realizó en el camino a Lesser, donde apareció acribillado el gremialista Enrique Fronda, en enero de 1975. Los testigos José Manuel Costelo, Nicanor Guaymás y Alejandro Jesús Ahuerma identificaron en el cementerio el sitio donde se cavaron fosas para enterrar cadáveres de NN. Costelo aseguró que en el lugar reconoció el maxilar de la docente Gemma Fernández Arcieri, cuyo cadáver y el de su esposo Héctor Gamboa fueron destrozados por un explosivo tras ser secuestrados desde su domicilio en septiembre de 1976. “En horas de la noche llegaban los Unimog del Ejército y descargaban los cuerpos en una fosa que abrieron con máquinas de la Municipalidad”, aseguró el testigo Guaymás, empleado del cementerio. Y agregó que “todo se hacía fuera del horario de atención, generalmente a la madrugada”. El Tribunal integrado por los jueces Carlos Jiménez Montilla y Gabriel Casas se constituyó luego en el lugar donde asesinaron a Fronda, en la ruta a Lesser, entre Vaqueros y San Lorenzo. Allí el testigo José Carrasco explicó que la víctima estaba en la banquina a de la ruta provincial 28 y que presentaba varios impactos de bala.