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Procesaron a seis policías federales por una asociación ilícita

Sabado, 27 de abril de 2013 12:50

Los seis policías federales que fueron detenidos el 17 de enero último, tras el allanamiento que ordenó el juez Julio Bavio en la delegación salteña del organismo, quedaron procesados ayer por asociación ilícita.

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Los seis policías federales que fueron detenidos el 17 de enero último, tras el allanamiento que ordenó el juez Julio Bavio en la delegación salteña del organismo, quedaron procesados ayer por asociación ilícita.

Con abundantes elementos probatorios, el juez federal 1 de Salta estableció que el subinspector Oscar Belizán, los cabos Miguel Gonza y Ariel Cejas, y los agentes José Bonifacio, Guillermo Soza y Ariel Villada integraban una banda delictiva con la que se dedicaban a secuestrar mercaderías que luego reducían al margen de todas las normas.

El magistrado encuadró a Belizán como jefe de esa asociación ilícita y convirtió en prisión preventiva la detención que cumple desde enero, a la vez que ordenó la liberación de los otros cinco imputados que actuaban bajo su mando en la Brigada de Investigaciones de la PFA en Salta .

En la causa, que se inició el 26 de octubre de 2012 ante una denuncia recibida por el fiscal federal 1, Ricardo Toranzos, también quedaron procesados por encubrimiento cuatro comerciantes: Florencio Vedia Zambrana (de villa Floresta), Leonarda Vázquez Cardozo (del barrio La Tradición), Héctor Atenor Guari (de Campo Quijano) y César Condorí (de la ciudad jujeña de Perico).

En la resolución que firmó ayer, el juez Bavio decretó la falta de mérito para procesar por asociación ilícita a un sargento primero, Alfredo Aguirre, y dictaminó lo propio para los otros seis policías con respecto a la tenencia de los estupefacientes que fueron encontrados durante el allanamiento de las dependencias federales de Santiago del Estero 952.

Con respecto a este punto, Bavio recalcó que “por el momento no hay elementos de convicción suficientes para acreditar fehacientemente la propiedad de aquella sustancia por parte de los nombrados”, sin perjuicio de proseguir con la investigación hasta esclarecer las responsabilidades por los envoltorios con cocaína (11 gramos) y marihuana (6 gramos) que secuestró la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en las dependencias salteñas de la Federal.

Los antecedentes

El 26 de octubre, una persona que pidió reserva de su identidad denunció ante el fiscal Toranzos que los seis policías federales integraban una banda delictiva con la que se apropiaban de mercancías que acopiaban en las dependencias de la Brigada y luego comercializaban en forma ilegal. De acuerdo con la presentación que derivó en los procesamientos, los federales realizaban secuestros irregulares y entregaban a la Aduana parte de las incautaciones para no despertar sospechas. Según la denuncia, los policías acostumbraban, además, a pedir coimas para desentenderse de controles propios de su función y a cobrar peajes a “arbolitos” (cambistas) que operan en calle España.

Una vez ratificada la denuncia en sede judicial, Bavio dispuso la intervención de los celulares de los policías imputados.

Y las escuchas que realizó la PSA entre fines de 2012 y comienzos de 2013 se tradujeron en seis informes lapidarios.

Despojaban a pasajeros que veían con bultos en la Terminal

La resolución de 208 carillas que se conoció ayer no deja dudas de que Belizán y sus subordinados realizaban controles diarios en la zona de la Terminal de Omnibus.
Allí, algunos de los policías apuntaban a los pasajeros que llegaban con bultos en los colectivos y otros de los federales los interceptaban después, en las cercanías, donde les incautaban ropas, juguetes y otras mercancías sin extenderles las actas de secuestro que las normas obligan a efectuar en esta clase de procedimientos.
Como acreditó el juez Bavio, a partir de las intervenciones telefónicas, los seguimientos y filmaciones realizados por la PSA, testimonios recolectados y otros elementos probatorias, el grupo de policías encabezado por Belizán hizo de las incautaciones irregulares una práctica habitual al menos desde octubre de 2012.
“Se apropiaban de mercadería bajo la pantalla de procedimientos legales, utilizando el poder de policía o en algunas ocasiones haciéndose pasar por inspectores de la AFIP, con el único objetivo de obtener dinero de las futuras ventas que se repartía discrecionalmente entre los integrantes de la banda”, puntualiza una de las conclusiones del auto de procesamiento. Este incluyó embargos sobre los bienes de los seis policías federales y de los compradores de las mercaderías que cargaban en móviles de la PFA y en autos particulares.

Los allanamientos

En base a los seis informes que recibió de la PSA, Bavio ordenó los allanamientos que se concretaron el 17 de enero. El primer dispositivo se hizo esa mañana en la Delegación Salta de la PFA, donde la requisa terminó con el secuestro de cajas y bolsas con ropa, juguetes, aparatos electrónicos y pequeños envoltorios con cocaína y marihuana. A ese allanamiento le siguió otro en la vivienda de Belizán, en el barrio Intersindical, donde hubo más secuestros. Estas actuaciones se hicieron en presencia del secretario penal del Juzgado Federal 1 de Salta, Santiago French, el fiscal Ricardo Toranzos y una gran cantidad de testigos.
Casi simultáneamente comenzaron las detenciones que terminaron, ese mismo día, con los seis policías tras las rejas. En las indagatorias negaron los ilícitos, pero las evidencias, los testimonios de víctimas de los procedimientos irregulares y las declaraciones de los comerciantes que adquirieron esas mercaderías fueron determinantes en los procesamientos de unos y de otros. 

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