En los últimos cinco años la Clásica 1§ de Mayo contó con presencias estelares. La corrieron Juan Curuchet y Walter Pérez, hasta pedalistas que cruzaron el océano y llegaron desde Europa y que también estarán en la 82ª edición que se llevará a cabo el próximo miércoles. Las estrellas le dan un realce importante a la competencia, pero la pasión la siguen poniendo los salteños, que con muchos menos recursos se animan a montar una bicicleta y buscar ese triunfo histórico.
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En los últimos cinco años la Clásica 1§ de Mayo contó con presencias estelares. La corrieron Juan Curuchet y Walter Pérez, hasta pedalistas que cruzaron el océano y llegaron desde Europa y que también estarán en la 82ª edición que se llevará a cabo el próximo miércoles. Las estrellas le dan un realce importante a la competencia, pero la pasión la siguen poniendo los salteños, que con muchos menos recursos se animan a montar una bicicleta y buscar ese triunfo histórico.
Uno de esos equipos será el formado por mecánicos y choferes del corredor 5. El “team” se llama Ale Hnos. y está compuesto por Ariel Ardiles (chofer), Paolo Quiroz (limpieza), José Martínez (mecánico), Ernesto Joaquín Daher (electricista), Javier Espionza (chofer), Miguel Godoy (chofer), Damián Godoy (chofer), Víctor García (remisero) y Miguel Chungara (seguridad). Además cuentan con dos pedalistas de la categoría juvenil que son Santiago Godoy y Martín Portela.
El equipo se formó en febrero de 2012 cuando en nuestra ciudad se corrió la Vuelta a Salta, que tenía como requisito de que los corredores debían estar agrupados en equipo. De pequeñas cosas nacen grandes historias y así fue como aquel pequeño grupo se convirtió en algo más numeroso y con todos los elementos necesarios para hacerle frente a una prueba como la Clásica 1§ de Mayo.
“Nació de un grupo de amigos y lo seguimos siendo. En cada competencia nos vamos afianzando cada vez más y ya logramos podios en pruebas importantes”, destacan algunos de sus integrantes. “Hay mucha pasión detrás de lo que hacemos, contamos con el apoyo de nuestras familias y de la empresa que nos proporcionó las remeras que nos identifica como equipo”, resaltaron otros.
Para ellos la clásica es una “vara muy alta de superar”, pero están dispuestos a realizar el esfuerzo a pesar de que muchas veces, por los distintos horarios de trabajo, se les hace difícil entrenar en equipo.
Pero la pasión la tienen, muchos crecieron de la mano de la clásica y el presente los tiene como uno de sus protagonistas.