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Sigue en silla de ruedas, a dos meses de haber sido baleado

Lunes, 13 de mayo de 2013 10:14
El joven Juan Daniel Estrada, de 18 años, dejó de caminar hace 64 días. Ahora recibe atención médica domiciliaria.

 

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El joven Juan Daniel Estrada, de 18 años, dejó de caminar hace 64 días. Ahora recibe atención médica domiciliaria.

 

“Si pudiera darle mi médula y quedar yo parapléjico, ni la dudaría”, fueron las primeras palabras de Juan Estrada, de 46 años, quien recibió a El Tribuno en su casa del barrio Juan Manuel de Rosas, dos meses después de que su hijo haya sido baleado en la espalda por la Policía, en un confuso episodio.

“Siento una profunda tristeza por su estado de salud y también temo que este caso quede impune, como tantos otros”, continuó el hombre, visiblemente dolido por las últimas noticias recibidas.

“Medios amigos del Gobierno provincial dijeron que las pruebas balísticas habían determinado que un arma tumbera había baleado a Juan (18), y eso no es cierto. Lo que pasa es que quieren direccionar la causa para otro lado y salvar a los policías culpables”.

Cabe recordar que el suceso, según testigos, ocurrió el 10 de marzo pasado cerca de las 23, en la manzana D del mencionado barrio, ubicado en la zona norte de esta ciudad, cuando el móvil policial 103 del Sistema de Emergencias 911 se estacionó en la sandwichería Urkupiña para encargar hamburguesas y tras una serie de entredichos entre los uniformados y los jóvenes que estaban en la vereda de un domicilio cercano, se produjo una gresca que terminó con Estrada baleado, tirado en el piso durante más de 40 minutos.

“Los efectivos tiraron a quemarropa y una de las balas le impactó en la espalda a Juan”, quien debió ser trasladado al hospital San Bernardo donde le diagnosticaron una grave lesión en la médula espinal que lo dejó parapléjico.

“Mi hijo solo recibe el apoyo de sus seres queridos y de los médicos que lo asisten dos veces por semana. Veo que quieren desviar la causa, pero yo voy a seguir luchando por mi hijo y el resto de mi familia”, comentó Juan.

Por el caso, el juez de Instrucción Formal 4, Antonio Germán Pastrana, ordenó la detención de uno de los policías José Gualindo Figueroa, quien sería el autor del balazo que hirió al joven.

“Los tres que participaron en el hecho tendrían que estar presos, pero solo uno de ellos está en prisión y seguramente que cuando declaró ante el juez mintió, para lavarse las manos”.

“A Pastrana le presenté diferentes pruebas, entre ellas los restos de las balas arrojadas por los efectivos. Tengo muchos testigos que vieron lo que pasó y están dispuestos a declarar”, agregó el hombre.

Al ser consultado por el estado de salud de su hijo, Juan se sinceró, aunque no perdió las esperanzas: “Sé que es muy difícil que vuelva a caminar por el grado de lesión que tiene, pero yo confío en Dios y espero un milagro”.

Disconformidad total

“Solo quiero decir que estoy completamente disconforme con lo que se está haciendo desde la Justicia. El juez me dijo que quería saber la verdad real de lo sucedido para poder detener a los culpables, pero ya tiene las pruebas suficientes. Sin embargo, lo que veo es que hay una intención de salvar a los policías que le causaron ese daño irreparable a mi hijo”, cerró.

 

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