¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

16°
29 de Marzo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Captura internacional para presunto sicario

Sabado, 18 de mayo de 2013 12:45

El juez de Instrucción Formal 2 del distrito Tartagal, Fernando Mariscal Astigueta, emitió una orden de captura internacional a nombre de Gonzalo Arroyo, uno de los presuntos autores del triple homicidio ocurrido en 2012 en la Quebrada de Campo Largo, ubicada en las proximidades del límite binacional entre Argentina y Bolivia.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El juez de Instrucción Formal 2 del distrito Tartagal, Fernando Mariscal Astigueta, emitió una orden de captura internacional a nombre de Gonzalo Arroyo, uno de los presuntos autores del triple homicidio ocurrido en 2012 en la Quebrada de Campo Largo, ubicada en las proximidades del límite binacional entre Argentina y Bolivia.

Por la causa ya se encuentra detenido César Ortiz, imputado como presunto autor responsable del delito de “homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas agravado por el uso de armas”.

Las víctimas fueron identificadas como Juan Carlos Callejas, Tomás Horacio López, de nacionalidad argentina y Andrés Plata, de nacionalidad boliviana.

Un crimen mafioso

El 10 de octubre del año pasado, en Acambuco, a 45 kilómetros de la ruta nacional 34, lugareños de la zona encontraron un automóvil con tres hombres acribillados a balazos.

El espeluznante hallazgo puso en vilo a las autoridades policiales y los vecinos de la zona. Desde un primer momento se sospechó que se trató de un ajuste de cuentas vinculado con el narcotráfico.

Al realizar las pericias, los policías determinaron que los cuerpos estaban en el lugar desde hacía varias horas, y que los mismos habrían sido emboscados en una curva.

Las víctimas tenían entre ocho y doce impactos de bala, y todos presentaban un tiro en la frente, por lo que los investigadores dedujeron que los tres fueron rematados.

Todos tenían antecedentes y poco antes del homicidio habían sido liberados por tenencia de armas de guerra y robo calificado.

A lo largo de la investigación trascendió que una persona habría actuado como entregador, ya que por la posición del automóvil, los cuerpos y la zona, se cree que los sicarios estaban escondidos detrás de grandes piedras que había en el lugar.

Con el correr de los días se estableció que el hecho de sangre se trató de un ajuste de cuentas entre narcos, ya que los proyectiles encontrados pertenecen a armamentos de guerra.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD