Silencio total. Desde que los restos de dictador Jorge Rafael Videla llegaron a la morgue judicial nada se supo -en forma oficial- sobre los resultados de la autopsia a la que fue sometido ni mucho sobre cuál será su destino final.
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Silencio total. Desde que los restos de dictador Jorge Rafael Videla llegaron a la morgue judicial nada se supo -en forma oficial- sobre los resultados de la autopsia a la que fue sometido ni mucho sobre cuál será su destino final.
El exdictador Jorge Rafael Videla, falleció el viernes a los 87 años, mientras purgaba una condena a prisión perpetua en la cárcel. Varios medios de prensa especulaban ayer que sería enterrado posiblemente en el cementerio de Mercedes, su ciudad natal, aunque se desconoce el día y la hora del sepelio.
El hermetismo sobre los detalles de las exequias del genocida que encabezó el golpe cívico-militar de 1976 obedece a un acuerdo de intimidad concertado entre la Justicia y la familia.
Tal es el hermetismo que rodea al entorno de la familia del dictador que incluso se desconocía si sus restos todavía estaban en la morgue.
El cuerpo había sido trasladado a la Morgue Judicial para la autopsia, sin que se hayan informado oficialmente los resultados ni tampoco si continúa depositado en esa sede.
Videla fue encontrado sin vida el viernes a las 8.25 “sentado en el inodoro de su celda” en la cárcel de Marcos Paz, ubicada a unos 48 kilómetros al oeste de la ciudad de Buenos Aires, según un comunicado del Servicio Penitenciario Nacional.
El exgeneral (se le despojaron los títulos militares tras el Juicio a las Juntas de 1985, que le dictó la primera cadena perpetua), había sido indultado en 1990 por el entonces presidente Carlos Menem, amnistía que fue quitada durante la presidencia de Néstor Kirchner (2003-2007), que reimpulsó los juicios contra represores del último gobierno dictatorial.
Decenas de miles de personas desaparecieron forzadamente, fueron asesinadas y se exiliaron durante el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional que instauró la censura en los medios de comunicación, derogó la libertad de prensa, prohibió los partidos políticos, disolvió el Congreso y ordenó la quema de millones de libros considerados “subversivos”.
Sin honores
Los restos de Videla no recibirán ningún tipo de honores militares en su funeral debido a que rige desde 2009 una disposición del Ministerio de Defensa que los prohíbe en los casos de militares condenados por violaciones a los derechos humanos.
En sus últimos días de vida, Rafael Videla se había negado el martes pasado a declarar en un juicio por delitos cometidos en el marco del denominado “Plan Cóndor” de coordinación de las dictaduras del Cono Sudamericano, que le tenía como uno de los principales imputados.