Una de las mayores fortalezas que ha tenido el kirchnerismo es la creación de empleo, particularmente de empleo en blanco. En este período se crearon alrededor de 3,6 millones de empleos y la mayoría fue en blanco. La mayor proporción de ocupados en blanco fue en el sector privado. Este es el balance que uno encuentra si toma como punto de referencia a la situación en 2003, o sea cuando asumió Néstor Kirchner.
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Una de las mayores fortalezas que ha tenido el kirchnerismo es la creación de empleo, particularmente de empleo en blanco. En este período se crearon alrededor de 3,6 millones de empleos y la mayoría fue en blanco. La mayor proporción de ocupados en blanco fue en el sector privado. Este es el balance que uno encuentra si toma como punto de referencia a la situación en 2003, o sea cuando asumió Néstor Kirchner.
Cuando examina estos 10 años, con un poco más de atención, encuentra dos partes distintas: una que va de 2003 hasta fines de 2007 y otra que va desde fines de 2007 hasta ahora. En la primera parte hubo un aumento fuerte del empleo: la ocupación creció más del 5 % anual. En esos años se creó dos tercios del empleo que se creó en toda la década.
Desde fines de 2007 eso se fue desacelerando, se perdió capacidad de crecimiento del empleo y el promedio no fue 5%, sino que no llegó a más de 2,5%. Si uno mira la evolución desde el 2008 para acá, va a encontrar una caída en la creación de empleo, incluso fue negativo en 2009. Hoy no se está creando empleo en el sector privado. Y esto se compensó con la creación de empleo público.
Si hacemos un balance tomando como referencia 2003, sin duda que estamos mejor. En ese año se había partido con una tasa de desempleo superior al 20% y ahora estamos en el 8%.
La proporción de asalariados en blanco creció como 10 puntos, pero todo eso se concentró en los primeros cuatro años. En esos primeros años creció el empleo, porque las condiciones iniciales eran muy malas desde el punto de vista social y eran favorables para la creación de empleo. Había mucha mano de obra desempleada deseosa de trabajar y en muchos casos, también calificada. La segunda condición es que la devaluación de 2002 tiró abajo los salarios reales y abarató para las empresas el costo de generar nuevos empleos y también había capacidad instalada ociosa que se pudo crear empleo.
A medida que fue reduciéndose el desempleo fueron aumentando los costos laborales, los sindicatos aumentaron su capacidad de negociación y lograron aumentos muy importantes en los salarios. Hasta 2011, los salarios le ganaron a la inflación, ya en 2012 quedaron más o menos empatados y este año hay que ver.
El trabajo en negro había subido mucho durante la crisis. Esta década arrancó con 45% de trabajo en negro, también disminuyó y disminuyó hasta fines de 2007, después bajó muy poco y ya hace como tres años que está estancado alrededor del 34%. Es muy elevado y es la gran deuda. El nivel actual de empleo en negro es comparable a la proporción de asalariados que había en el ‘95.
* Es titular economista y fundador de la consultora SEL