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?Siempre pedimos memoria, verdad y justicia?

Viernes, 24 de mayo de 2013 21:52

Soy una Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, tengo tres hijos y el segundo de ellos, Alejandro, tenía 20 años cuando fue detenido y desaparecido, ocurrió en el año ‘75. Este es el motivo por el cual, como tantas madres, nos agrupamos y venimos en esta lucha inclaudicable desde el 30 de abril del ‘77. Cumplimos ya 36 años.

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Soy una Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, tengo tres hijos y el segundo de ellos, Alejandro, tenía 20 años cuando fue detenido y desaparecido, ocurrió en el año ‘75. Este es el motivo por el cual, como tantas madres, nos agrupamos y venimos en esta lucha inclaudicable desde el 30 de abril del ‘77. Cumplimos ya 36 años.

Por muchos año exigíamos justicia legal, jamás por manos propia. Siempre pedimos memoria, verdad y justicia, pero por las leyes de impunidad: punto final, obediencia de vida, porque desgraciadamente no podíamos juzgar en la Argentina a los genocidas y sus cómplices. Hay que recordar que el del ‘76 fue un golpe cívico, militar y clerical.

Y así fue que llegamos al 2003. Primero, gracias a la lucha inclaudicable de los organismos, de los sobrevivientes, de los expresos políticos, de los exiliados, llegamos a ese año y encontramos por fin a un presidente que nos escuchó.

Fue Néstor Kirchner quien tomó a los derechos humanos como una política de Estado, de un Estado presente. Se declaró inconstitucionales las leyes de impunidad y a partir del 2005 en adelante, ya que esto no tiene marcha atrás, estamos juzgando a los genocidas y sus cómplices, a lo largo y a lo ancho del país.

Sabemos que falta mucho para lograr esa argentina que 30 mil hijos queridos quisieron. Son 10 años que a uno, de mi edad, le parecen mentira. Los más jóvenes nacieron y viven en democracia, pero nosotras no habíamos tenido oportunidad de ver tantos años de gobiernos elegidos por el pueblo y que se los respete. Es muy importante esto que se logró. Lo buenos es que hay más conciencia en la gente.

Las Madres seguimos reclamando que se unifiquen las causas. Siempre digo que hay errores en la Justicia. Falta juzgar a muchos civiles y curas genocidas. Lo per es que nadie me explica cómo no los excomulgaron.

Invito al Papa argentino para que influya y podamos saber algunas verdades, como por ejemplo dónde están esos niños aún no recuperados, dónde están los restos de nuestros hijos, cuando se va a abril el archivo del Vaticano.

 

Tras la muerte de Videla, me quedó una gran satisfacción que haya muerto donde correspondía. Nosotros no le deseamos la muerte a nadie. Es el única caso de Latinoamérica de un genocida que muere condenado y en una cárcel.

* Es miembro de Madres de Plaza de Mayo, línea fundadora

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