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Diez años de transformación para la Ciencia y la Tecnología en Argentina

Viernes, 24 de mayo de 2013 22:04

Estos últimos diez años han significado un cambio radical para la ciencia y la tecnología en Argentina. En un modelo que contempla una progresiva re-industrialización, como así también la visión de incorporar valor en conocimiento y tecnología a la producción primaria, se ha re-posicionado a la ciencia, y la tecnología (y por lo tanto a la educación superior) en un nuevo paradigma.

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Estos últimos diez años han significado un cambio radical para la ciencia y la tecnología en Argentina. En un modelo que contempla una progresiva re-industrialización, como así también la visión de incorporar valor en conocimiento y tecnología a la producción primaria, se ha re-posicionado a la ciencia, y la tecnología (y por lo tanto a la educación superior) en un nuevo paradigma.

Esto se ve reflejado en un significativo aumento del presupuesto para el área, la mejora de los salarios para científicos y tecnólogos, la creación por primera vez en la historia Argentina de un Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, el relanzamiento del CONICET a través de un amplio plan de becas, de ingreso de nuevos investigadores, y de nuevos Institutos temáticos, el apoyo a las Ingenierías y a la generación de una visión emprendedora en los jóvenes, el impulso sostenido a la Comisión Nacional de Energía Atómica con un plan Nuclear que incluye centrales nucleares de potencia de diseño nacional, un reactor de investigación, el manejo del ciclo de combustible, y aplicaciones en el área de la salud, un apoyo equivalente a los otros actores del sistema como son por ejemplo las Universidades, el INTA o el INTI, la puesta en marcha de un plan argentino en el área satelital, incluyendo la fabricación y operación de satélites de investigación, monitoreo, y de comunicaciones a través de la CONAE e INVAP, la decisión estratégica de hacer estos satélites, y radares en el país a través de esta última empresa que es un modelo y que ha visto multiplicado su personal y facilidades, el plan Argentina Conectada impulsando la conectividad en comunicaciones de todo el país, y la formación de ingenieros y tecnólogos para el área incluyendo por ejemplo una nueva carrera de Ingeniería en Telecomunicaciones financiada por el MinPlan en el Instituto Balseiro, la nacionalización de YPF con la correspondiente redefinición de objetivos que incluyen la investigación y desarrollo en temas de hidrocarburos y energía, etc., etc. En efecto, el caso de YPF es un ejemplo que merece comentarse. Para pasar de un modelo puramente extractivo a la visión estratégica de aumentar la prospección, reservas, y extracción de hidrocarburos en yacimientos que requieren nuevas tecnologías, la nueva conducción de YPF reconoce la dificultad y propone alianzas con diferentes actores del sistema de CyT (Ciencia y Técnica).

Para eso crea un Instituto con el CONICET (YPF Tecnología) que tendrá más de 300 investigadores y tecnólogos, y sale a invitar activamente a investigadores de diferentes universidades e institutos de investigación para la solución de problemas específicos del área. Esta activa movilización de las capacidades nacionales en pos de resolver problemas específicos estratégicos para el país plantea un nuevo paradigma para el sistema científico nacional. 

La ciencia no sólo contribuye al bien cultural y educativo de la sociedad, sino también es llamada a solucionar necesidades específicas del país. Junto con demandas en el sector energético, agropecuario, de salud, medio ambiente, de seguridad, etc., el gobierno nacional apoya al sistema científico multiplicando sus recursos y la disponibilidad de becas y puestos de trabajo. El enorme desafío en este momento, entonces, es hacerlo eficientemente y bien.

Estamos pasando de ser una pequeña comunidad científica con objetivos pobremente definidos, a un sistema significativamente mayor, y con demandas concretas.

La transformación no es simple, y no necesariamente están dadas todas las condiciones para hacerlo con éxito. Creo que sirve para esto mirar afuera para aprender de experiencias ajenas. Es importante encontrar mecanismos claros y técnicamente sólidos para definir las prioridades, y los instrumentos para implementarlas.
Es importante establecer procedimientos transparentes y estrictos de evaluación y seguimiento de programas e instituciones. Es importante federalizar y articular al sistema. Es importante hacer más eficiente al Estado. Para que la inversión realizada impacte en una real mejora de la calidad de vida, competitividad, y riqueza del conjunto de nuestra sociedad, es importante que todo esto se constituya en una verdadera Política de Estado, estable ante los cambios políticos esperables en una democracia. Es una época apasionante, de enormes oportunidades y desafíos.  

* Es vicedirector del área Ciencias del Instituto Balseiro y Centro Atómico Bariloche (UNCuyo-CNEA).

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