La victoria del miércoles pasado en Lincoln, en el partido de ida de los octavos de final ante Rivadavia, realzó los ánimos, coloreó los semblantes, subió el autoestima colectivo y realimentó la confianza de hinchas, jugadores, cuerpo técnico y dirigencia de Gimnasia y Tiro, de cara a la revancha que el equipo de Víctor Riggio disputará mañana con los linqueños, a las 18.30, en el Gigante del Norte. Pero la ilusión va más allá de este partido, y también se manifiesta a la hora de hacer una proyección a futuro y de la más que palpable posibilidad que tiene el albo de meterse entre los ocho aspirantes directos al segundo ascenso a la B Nacional.
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La victoria del miércoles pasado en Lincoln, en el partido de ida de los octavos de final ante Rivadavia, realzó los ánimos, coloreó los semblantes, subió el autoestima colectivo y realimentó la confianza de hinchas, jugadores, cuerpo técnico y dirigencia de Gimnasia y Tiro, de cara a la revancha que el equipo de Víctor Riggio disputará mañana con los linqueños, a las 18.30, en el Gigante del Norte. Pero la ilusión va más allá de este partido, y también se manifiesta a la hora de hacer una proyección a futuro y de la más que palpable posibilidad que tiene el albo de meterse entre los ocho aspirantes directos al segundo ascenso a la B Nacional.
Se espera que el desencanto de la última velada de la que fue testigo el Gigante del Norte (el fatídico y frío lunes 13 de mayo, en la desmoralizante derrota ante Sportivo Belgrano de San Francisco) se transforme en esperanza y en regocijo para el pueblo millonario, en una instancia en la que, además, implicará una importante erogación económica con anchas distancias a recorrer, en caso de sortear la llave mañana (clasificará si gana, empata o hasta si pierde por un gol de diferencia).
Por tal motivo, los dirigentes millonarios apuestan a que el Gigante del Norte luzca mañana como en sus mejores tardes y que el hincha acompañe masivamente. Por ello, tras un convenio entre el órgano fiduciario y la subcomisión de fútbol, se estipuló que no habrá aumento en los precios de las localidades para esta instancia de play-off, puntualmente, para la revancha ante los de Lincoln. “En esta etapa es cuando más se necesita del apoyo de la gente, por eso tomamos esta determinación y adecuamos el partido al horario más cómodo para la gente, para que después no hayan excusas de que es muy tarde o muy temprano. Confiamos en que todos los hinchas estarán con el equipo alentando con fuerzas, con ganas y es nuestro gran deseo que todos juntos lleguemos al final”, manifestó Raúl López, de la subcomisión de fútbol, en diálogo con El Tribuno. El directivo a su vez manifestó su beneplácito por la notable remontada del albo y sus dos últimas victorias en condición de visitante.
“En dos partidos afuera mantuvimos el cero en el arco, celebro este nuevo sistema que está implementando el Tano (Riggio) con línea de cuatro que nos vino bien para consolidar la defensa. No me caben dudas, si pasamos el domingo vamos a ser candidatos fuertes al ascenso, porque estamos volviendo a ser el Gimnasia sólido de las primeras fechas”, sentenció con beneplácito.
No quiere ser menos que el santo
En Juventud se acordó un suculento premio para el plantel en el caso que consiga el ascenso. Pero en Gimnasia no quieren ser menos, e incluso antes del inicio del endecagonal se acordó una jugosa suma de dinero (no dieron la cifra) si el albo logra la plaza a la B Nacional, acuerdo que se mantiene inamovible, pese a los chispazos que tuvo el grupo de jugadores con los directivos antes y después del último clásico. Raúl López, a su vez, le dejó en claro ayer a este matutino que las asperezas se limaron. “Nos pusimos a su disposición. Es un grupo muy dócil y de buena gente, se bancaron 40 horas de viaje sin chistar a Lincoln y eso es valorable. Haremos todo para que no les falte nada”, dijo, para luego señalar que se hará el esfuerzo para pagar los sueldos la próxima semana y que, en caso de pasar de ronda, le da “lo mismo” San Jorge o Maipú.