Desde hace dos años un proyecto de iniciativa popular, presentado por varios centros vecinales, “duerme” en el Concejo Deliberante de Rosario de la Frontera.
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Desde hace dos años un proyecto de iniciativa popular, presentado por varios centros vecinales, “duerme” en el Concejo Deliberante de Rosario de la Frontera.
Un grupo de vecinos solicita la creación de una escuela de Artes y Oficios para generar fuentes de trabajo genuino a cientos de familias de escasos recursos.
Encontrar un plomero, gasista, electricista o carpintero es una odisea en Rosario de la Frontera. No sólo falta personal formado en la materia, sino que son numerosas las personas que son estafadas por improvisados que se aprovechan de la necesidad de un arreglo.
En 2011 se presentó el proyecto con el aval de la mayoría de los barrios de la ciudad. “Hace dos años presentamos en el Concejo el proyecto de la escuela de Artes y Oficios, pero no tuvimos respuesta hasta el momento”, manifestó el dirigente social Rosario Leguizamón.
Agregó que hoy la ciudad no tiene un espacio para que la gente se forme. “La mayoría de los que trabajan en el campo no tiene conocimientos más allá de manejar un tractor o cavar un pozo. Hoy es necesario tener capacitación para hacer bien el trabajo y no de manera improvisada, como muchos hoy. También hace falta saber de computación, entre otras cosas”, afirmó Leguizamón.
El proyecto contempla la creación de un espacio para la capacitación en oficios como construcción y revestimiento, gastronomía, herrería, peluquería, mecánica de motos, diseño textil, marroquinería, carpintería y albañilería, entre otros rubros.
“Est permitiría generar una economía social que no sea de subsistencia, sino de mejora en la calidad de vida de las familias”, dijo Leguizamón.
Sorpresa nacional
Unas 450 familias humildes presentaron el año pasado notas ante el Defensor del Pueblo de la Nación para pedir ayuda de todo tipo, como colchones, frazadas, muebles, entre otros.
Las notas fueron giradas al Ministerio de Desarrollo Social, organismo que se sorprendió por la cantidad de gente de un solo lugar que pedía ayuda.
“Ante ello, ordenaron un relevamiento en la zona y concluyeron que la falta de trabajo en la zona era la principal causa”, dijo Leguizamón.
Es así que en 2012 unas 50 personas participaron de cursos para preparar sandwichs, textil, marroquinería, carpintería, albañilería, cría de aves y cerdos, y peluquería.
Hace unos días, un grupo que participó en los cursos recibió herramientas de trabajo por $7.000. Los insumos fueron enviados por la Nación. “Se aprobaron más de 100 proyectos y en julio se entregará el resto de las herramientas. Esta ayuda es muy importante, pero no es algo sistemático. Pedimos que haya un lugar especializado y con una oferta de capacitación disponible todo el año”, sentenció el dirigente vecinal.
Lo que dicen los ediles
Consultado sobre el tema, el concejal de Rosario de la Frontera Pablo Zoloaga señaló: “No recuerdo haber tratado dicho proyecto. De todos modos, analizaremos el tema y la forma de aplicarlo”.
El edil no descarta que el proyecto haya sido presentado a un concejal de la gestión anterior y que no le haya dado el ingreso correspondiente para ser tratado en sesión.
Los vecinos aguardan con ansias que este tema sea tratado, tanto para aquellos que buscan una nueva alternativa laboral como para los que necesitan de los servicios más elementales.
“Cada vez que debo llamar a un gasista para arreglar el calefón tengo que esperar por lo menos una semana para que vaya”, dijo Elizabeth, vecina de barrio Los Inmigrantes.