Esa dosis de fortuna que siempre supo acompañarlo en las históricas definiciones coperas -desde los doce pasos-, anoche le soltó la mano a un Boca, que apostó a los penales, en un partido cerrado y terminó muriendo con su propia medicina...
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Esa dosis de fortuna que siempre supo acompañarlo en las históricas definiciones coperas -desde los doce pasos-, anoche le soltó la mano a un Boca, que apostó a los penales, en un partido cerrado y terminó muriendo con su propia medicina...
A pesar de que el equipo de Carlos Bianchi fue superior en el balance general de los 180 minutos, la lepra fue un justo ganador y merece largamente seguir avanzando en la Copa.
Durante la primera mitad ambos equipos asumieron roles bien distintos. Mientras Newell's intentó manejar la pelota con prolijidad, Boca trató de cortar el circuito de juego de la lepra con dos líneas de cuatro y esperar. Y si no lograron sacarse ventajas fue porque el local, que monopolizó el balón, no supo cómo quebrar la marca del conjunto xeneize.
Newell's salió mucho más decidido en el segundo tiempo, pero le dejó más espacios al conjunto de Bianchi que en dos réplicas generó sendos corners y de ellos nacieron dos situaciones claras de gol.
Sobre los 8 un centro de Walter Erviti desde la derecha fue cabeceado por Blandi y salvó Milton Casco sobre la línea. Y unos minutos más tarde, un córner de Riquelme fue rechazado con los puños por Guzmán. La pelota le volvió a Román, quien sacó un centro largo que Blandi estrelló de cabeza en el poste izquierdo.
Pero en el mejor momento del xeneize, Clemente Rodríguez se hizo expulsar insólitamente al pechar al árbitro Germán Delfino y el trámite repentinamente cambió y todo se inclinó definitivamente hacia el arco de Orión.
El Virrey sacó al único delantero en cancha (Blandi) e hizo entrar a Nahuel Zárate resignando toda chance de ataque. Apostó a aguantar más de media hora para llegar a los penales, la especialidad del entrenador .
Si en once contra once Newell's había manejado la pelota, con un hombre más fue ampliamente superior a la visita, que trató de que los minutos corrieran y “durmió” el trámite del partido.
Todo fue de Newell's desde entonces y hasta el final. La más clara fue a los 42m. cuando encontró espacios en un contraataque, tras un saque desde el área de Orión. Maxi Rodríguez habilitó a Marcos Cáceres y el lateral paraguayo sacó un remate cruzado que logró rechazar el arquero xeneize. No hubo tiempo para más y hubo que recurrir a una infartante serie de penales -se ejecutaron 26 remates-, que duró quince minutos pero que parecían una eternidad. Fue el punto más emotivo en un estadio que era una verdadera caldera.
Luego de la electrizante definición, el triunfo fue para los rosarinos que se impusieron 10 a 9, dejando en el camino a Boca repitiendo la historia de 1991 cuando le ganó el título argentino en La Bombonera. Es verdad que el equipo de Gerardo Martino estuvo lejos de mostrar el fútbol vistoso que tiene en el torneo local, pero poco le importará porque en julio jugará las semifinales.
Esta vez el celular de Dios se quedó sin crédito y el xeneize, que apostó todas las fichas a la Libertadores, tendrá que replantearse muchas cosas.
El 2machete2 de Guzmán
El arquero de Newell’s, Nahuel Guzmán, que fue clave al atajar el primer penal de la serie rematado por Juan Román Riquelme, confesó, luego de la clasificación a semifinales, que tenía un “machete” con la características de los ejecutantes de Boca, al estilo del guardavallas alemán Lehmanns que frustró a la Selección argentina en el Mundial 2006. “Habíamos buscado algunas definiciones de Riquelme en videos y la anotamos, pero después todo depende de uno dentro de la cancha. Tenía un ayuda memoria en medio de la toalla, pero por suerte ya todo es una linda anécdota”, contó.
Guzmán aclaró que tenía muy buena referencia del cuerpo técnico sobre cómo Boca ejecutaba los penales y no quiso resaltar demasiado “la ayuda” que tenía entre su toalla.
Antes de la definición, el DT Gerardo Martino se acercó a Guzmán con la intención de darle algún consejo, pero el guardameta le comentó que “tenía un machete”. “En algunos casos le sirvió y en otro no”, expresó sonriente el Tata sobre Guzmán, luego de una electrizante definición de 26 penales.
Algunos de sus compañeros, en un vestuario a pleno festejo, bromearon con Guzmán y le pidieron que enmarque el machete en un cuadro.
Por último, el capitán Maxi Rodríguez, que le dio el triunfo a Newell’s, aseguró: ‘‘En los penales nunca pensé en que perdíamos. Dimos un gran golpe ante uno de los favoritos”.
No apta para cardíacos
Se necesitaron dos rondas de penales (13 por bando) para que conocer al ganador . Newell’s lo tuvo dos veces para liquidarlo en la infartante definición, pero la suerte le era esquiva. Recién en la segunda ejecución de Maxi Rodríguez pudo sacar el pasaporte a la semifinal de la Libertadores, eliminado a Boca, luego de una serie muy pareja en la que ninguno pudo convertir durante loso 180 minutos.
Para Newell’s anotaron: Scocco (2), Vergini (2), Rodríguez (2), Casco, Tonso, Bernardi y Guzmán. En tanto que Cáceres y Orzán desviaron sus remates y Orión le contuvo a Urruti. Para Boca marcaron: Pérez (2), Martínez, Somoza, Orión, R.Rodríguez, Erbes, Marín y Riquelme. Caruzzo y Zárate desviaron sus remates, en tanto que el arquero de Newell’s, Guzmán, le contuvo los tiros a Riquelme y a Martínez.