El precio de la carne vacuna subió 9,5% entre abril de este año y el mismo mes del 2012 en Capital Federal y conurbano, por debajo del nivel de inflación informado por el Indec; mientras que el consumo volvió a sobrepasar la línea de los 60 kilos anuales por habitante. Así lo indicó ayer el especialista Adrián Bifaretti, al presentar los resultados de los estudios de mercado realizados por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). “Estamos hablando de un valor promedio de la carne de 41 pesos, es decir aumentó por debajo del nivel inflacionario. Así, en este último tiempo, la carne vacuna se abarata respecto del pollo y empieza a recuperar parte del terreno perdido en cuanto al consumo”, explicó. También destacó que desde el lado de la oferta de hacienda ha comenzado a aparecer más carne y, desde el punto de vista de los precios relativos, “la carne vacuna empieza a mejorar su posicionamiento y a recuperarse parte del consumo, de arriba de 60 de kilos anuales por habitante”. Bifaretti, aclaró que no se trata del consumo que se alcanzó en el período de liquidación de vientres de 2009, cuando superó los 69 kilos, mientras que luego, “cuando se abarató el pollo, bajamos a 55 kilos”.
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El precio de la carne vacuna subió 9,5% entre abril de este año y el mismo mes del 2012 en Capital Federal y conurbano, por debajo del nivel de inflación informado por el Indec; mientras que el consumo volvió a sobrepasar la línea de los 60 kilos anuales por habitante. Así lo indicó ayer el especialista Adrián Bifaretti, al presentar los resultados de los estudios de mercado realizados por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). “Estamos hablando de un valor promedio de la carne de 41 pesos, es decir aumentó por debajo del nivel inflacionario. Así, en este último tiempo, la carne vacuna se abarata respecto del pollo y empieza a recuperar parte del terreno perdido en cuanto al consumo”, explicó. También destacó que desde el lado de la oferta de hacienda ha comenzado a aparecer más carne y, desde el punto de vista de los precios relativos, “la carne vacuna empieza a mejorar su posicionamiento y a recuperarse parte del consumo, de arriba de 60 de kilos anuales por habitante”. Bifaretti, aclaró que no se trata del consumo que se alcanzó en el período de liquidación de vientres de 2009, cuando superó los 69 kilos, mientras que luego, “cuando se abarató el pollo, bajamos a 55 kilos”.
“Se trata de un consumo actual muy bueno, porque junto con Uruguay es uno de los más altos per cápita del mundo”, dijo al señalar que hacia el futuro se plantea “qué pasará con el consumo en un contexto inflacionario, si entramos en una situación donde los salarios no alcanzan a compensar la pérdida de poder adquisitivo”. Reconoció que la carne vacuna tiene mala imagen de precios ya que es considerada cara, pero el ama de casa al profundizar en el rendimiento la prefiere porque comparado con una pizza o una tarta, por el mismo valor comen cuatro personas en forma más nutritiva. “En el Instituto comenzamos a estudiar cómo es el nuevo consumidor, porque todos estos años, en los que cayó el consumo de carne, se cedieron algunos espacios, segmentos de chicos y adolescentes, y sabemos que las amas de casa reconocen que éstos comen 30 por ciento menos de carne que cuando ellas eran chicas”, explicó.