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Debería contestar a la señora Sarita

Martes, 11 de junio de 2013 01:01

El gobernador Urtubey vuelve a atribuir al diario El Tribuno una supuesta campaña para desprestigiarlo. En esta ocasión, lo hace en una carta de respuesta a otra, del senador Juan Carlos Romero, pero de su texto se desprende que se siente afectado por la denuncia de la señora Sarita Santos Dávila, quien trabajó en la casa de su familia paterna y luego en la del propio gobernador, y que ha iniciado un juicio laboral por 17 mil pesos a valores de 2008, que ellos se niegan a pagar y que se encuentra en la Corte de Justicia. Urtubey debería responderle a la señora Dávila, cuya declaración aparece completa en la página digital de El Tribuno.

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El gobernador Urtubey vuelve a atribuir al diario El Tribuno una supuesta campaña para desprestigiarlo. En esta ocasión, lo hace en una carta de respuesta a otra, del senador Juan Carlos Romero, pero de su texto se desprende que se siente afectado por la denuncia de la señora Sarita Santos Dávila, quien trabajó en la casa de su familia paterna y luego en la del propio gobernador, y que ha iniciado un juicio laboral por 17 mil pesos a valores de 2008, que ellos se niegan a pagar y que se encuentra en la Corte de Justicia. Urtubey debería responderle a la señora Dávila, cuya declaración aparece completa en la página digital de El Tribuno.

La entrevistada documentó su denuncia con un expediente y copias de cheques sin fondos. Afirma que le pagaron en negro y que, en algún momento, en lugar de efectivo le dieron planes sociales.

Nadie puede poner en duda de que la denuncia, con status judicial, es noticia.

Si para Urtubey forma parte de una campaña, queda en claro por qué no soporta a El Tribuno, diario que asegura no leer por prescripción médica.

Es que nuestro método de trabajo, que consiste en buscar las fuentes en la realidad: lo que la gente opina aniquila los discursos ilusorios.

El gobernador se anima a opinar sobre la credibilidad de El Tribuno. Las encuestas hablan por si solas. Demuestran que está desperdiciado todo el dinero que el gobierno provincial derrocha en pagar injurias y silencios atronadores sobre la realidad a los medios financiados con el dinero del Estado.

El Tribuno no ha hecho nunca campañas contra Urtubey ni contra nadie. Muestra la realidad. Hacer campaña es contratar pegatineros a través del algún testaferro para desacreditar al diario, como lo vienen haciendo algunos obsecuentes desde hace meses.

Sería bueno que, en lugar de lanzar acusaciones al aire, el gobernador mostrara pruebas. Por más que las buscara, no las encontraría.

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