A la hora de elegir los colores en su vestimenta, los argentinos suelen incorporarlos de manera conservadora pese a que existen otras combinaciones armónicas que se pueden utilizar, destacan especialistas en la materia.
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A la hora de elegir los colores en su vestimenta, los argentinos suelen incorporarlos de manera conservadora pese a que existen otras combinaciones armónicas que se pueden utilizar, destacan especialistas en la materia.
Los entendidos sostienen que el color representa el 50% de la imagen que uno proyecta. En ese sentido, mencionan que son conocidas las frases que “una imagen vale más que mil palabras” y “como te ven, te tratan”.
Al respecto, Laura Malpeli de Jordaan, asesora de imagen certificada por CMB y creadora de Styletto Image Studio, explicó: “Los argentinos solemos incorporar colores de manera más bien conservadora, a excepción de las tendencias globales que pueden imponer, por un tiempo, colores más llamativos o estridentes”.
En general, al asesorar clientes y preguntarles cómo usan los colores, ella recibe la misma respuesta: “Negro y un color, o un neutro con algún color que llame la atención”.
“No está mal combinar de este modo, pero me parece interesante compartir todas las maneras que tenemos para incorporar colores de manera armónica, así nos animamos a hacerlo”, indicó.
Al referirse a sólo tonalidades claras o las únicamente oscuras en todo el “outfit”, comentó: “Se sugieren los tonos más oscuros, como el negro y el violeta para el otoño-invierno y las variantes más claras, por ejemplo, blanco y verde menta para las épocas más cálidas”.
También recomendó “usar sólo tonos puros (saturados) o bien usar sólo tonos apastelados en la vestimenta”.
“No hablamos de colores claritos, sino de aquellos que tienen un aspecto tenue y no son demasiado estridentes. Hay personas que se ven más monocromáticas -generalmente con cabello con reflejos y con ojos marrones verdosos- a las que les conviene incorporar colores tenues cerca del rostro, mientras que otras que cuentan con más contraste, por ejemplo, cabello oscuro y ojos claros, se verán más radiantes incorporando un color más saturado”, precisó.
Con respecto a los colores complementarios, rojo y verde, amarillo y violeta y azul y naranja, mencionó: “No hace falta que los incorporemos en toda la vestimenta, pero pueden estar presentes en algún estampado o en accesorios”.
En cuanto a combinar colores claros y oscuros, recomendó utilizar “un mismo tono en dos variantes: una vibrante y la otra apagada. Usar un mismo color en claro y oscuro”.
“Usar colores análogos sería como vestirse dentro de la misma gama o familia de colores, como por ejemplo, usando verde, turquesa y azul”, agregó.
La asesora de imagen subrayó que también se tiene que tener en cuenta el ámbito en el que uno se desempeña.
“Es imprescindible que la combinación que utilicemos sea acorde al contexto. Los colores más llamativos visualmente se sugieren en ámbitos creativos más que en aquellos rígidos, que admiten su uso de manera discreta, sutil y acotada”, señaló.
También destacó la importancia de saber prestar atención al estilo personal de cada uno.
“No todos compartimos gustos y hay personas que, por su estilo, se sienten más cómodas incorporando tonos estridentes para ser en centro de las miradas, mientras que otras preferirán centrarse en los neutros. Es importante respetar nuestro estilo, ya que la imagen que los demás perciben debe ser acorde a nuestra identidad, a quiénes somos y a nuestros gustos”, precisó.
Sobre esta cuestión, la especialista dijo: “Podemos animarnos a incorporar nuevas combinaciones pero siempre respetando el estilo ya que si no estamos cómodos, los demás lo perciben principalmente a través de la comunicación no verbal”.
Otro aspecto que destacó, a la hora de combinar la vestimenta, es saber que “los colores que armonizan con el color de piel, ojos y cabello dan vitalidad al rostro y minimizan imperfecciones”. La experta aseguró que “la piel se ve más radiante y el aspecto general es el de una persona saludable, con un rostro iluminado”.
Además, sostuvo que “los colores que no favorecen a la persona hacen que el rostro se vea más apagado”.
“No se trata de pensar que sólo podemos usar unos pocos colores, sino que el secreto radica en qué matiz es el más sentador según el caso, como vimos en la combinación de tonos tenues y de tonos estridentes, reflejados en casos de personas con distintas características”, puntualizó.