El mercado de pases del fútbol salteño está como “loco”: con sus idas y vueltas, sus negociaciones secretas, las especulaciones lógicas de los protagonistas que los llevan a buscar un proyecto más seductor y “calentar” el clima así lo confirman. En el contexto de las presiones y las urgencias de los clubes salteños por armar en tiempo récord sus planteles de cara a la próxima temporada, también emerge el popular juego que consiste en “mojarle la oreja” al rival de toda la vida y concretar una operación rutilante para enervar al vecino del frente.
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El mercado de pases del fútbol salteño está como “loco”: con sus idas y vueltas, sus negociaciones secretas, las especulaciones lógicas de los protagonistas que los llevan a buscar un proyecto más seductor y “calentar” el clima así lo confirman. En el contexto de las presiones y las urgencias de los clubes salteños por armar en tiempo récord sus planteles de cara a la próxima temporada, también emerge el popular juego que consiste en “mojarle la oreja” al rival de toda la vida y concretar una operación rutilante para enervar al vecino del frente.
Lo que puede interpretarse como un golpe a los corazones de los hinchas de Central Norte también se convierte, hasta el momento, en el pase más rutilante del año en el fútbol salteño: Mariano Maino se convirtió ayer oficialmente en el segundo refuerzo de Juventud de cara al próximo torneo Argentino A, luego de un par de rápidas negociaciones secretas y tras firmar ayer en horas del mediodía en el club el contrato que lo ligará al santo por toda la temporada.
Lo cierto es que Maino decidió cruzar de vereda sin dudarlo y su traspaso al archienemigo de Central en el fútbol salteño no deja de tener un gran golpe de efecto, teniendo en cuenta varias razones: los detalles de la salida traumática de Maino del azabache, la relación tirante con los dirigentes y, sobre todo, por la implicancia emocional del guardavallas santafesino para con los hinchas del cuervo, considerado un ídolo y un referente fuertemente identificado con la casaca “negra”.
“Me incliné por Juventud por la decisión que tuvieron para contratarme y por el proyecto que se armó. Central Norte ya decidió en su momento y no tomo esto como una revancha. Hoy es Juventud el que me abrió las puertas y quiero aprovecharlo”, le dijo Maino a El Tribuno tras firmar del pase del año.
Las frases del “uno”
“No quiero que esta decisión me duela, prefiero quedarme con la certeza de que sigo haciendo lo que me gusta. ¿La reacción del hincha de Central? Que actúen con el corazón, como siempre lo hicieron. Yo estoy agradecido. Y en Juventud espero ganarme la consideración con mi trabajo”.
El santo está arrasador
Además de “mojarle” la oreja a Central Norte con la rutilante contratación de su exreferente Mariano Maino, Juventud se despertó del letargo y está dispuesto a arrasar con todo. Esa es la premisa de este nuevo proyecto del santo de cara a la temporada 2013/14 del torneo Argentino A: armar un equipo hipercompetitivo, en cuyos planes están jugadores que pasaron por el cuervo y por Gimnasia y Tiro, y otros que aún mantienen un vínculo contractual con estas dos instituciones. Esta es la situación puntual de Mario Campos, que viene jugando tres temporadas ininterrumpidas en la entidad de avenida Entre Ríos y que además mantiene un contrato vigente hasta el 2014 con el azabache. El exjugador de Cachorros se manifestó gustoso de cambiar de aire ante una tentadora propuesta de Juventud y solo espera que el santo le haga frente a la cláusula de rescisión para cruzar también de vereda. Idéntica es la situación de Matías Ceballos, que tiene vínculo por un año más con el albo, pero la intervención antoniana analiza la posibilidad de abonar los 50 mil pesos de la cláusula y llevárselo a la Lerma. Eso no es todo, el santo arrasador también quiere llevarse al excuervo Germán Weiner y a Leandro Zárate, aunque este último está más cerca de arreglar su continuidad en Gimnasia.