La saga por la sospecha de los fondos públicos para pagar la campaña de 2011 continúa. Eran los Premios Eikon, que ese año se entregaron en un importante salón de eventos de Buenos Aires. Las lámparas tipo arañas caían del techo para iluminar las mesas. Importantes empleados de las grandes cadenas, agentes de publicidad, consultores y políticos. El mundo de la publicidad esperaba expectante esa noche. Era el turno de la Categoría 17, la de “Comunicación política, de gobierno y campañas electorales”. El presentador repasa uno a uno a los ternados para el máximo galardón. “Y el primer premio es para... Urtubey 2011”, anuncia. Sobre los murmullos de los invitados que conversan prevalecen algunos aplausos y el locutor señala que se acerca al escenario el equipo de comunicación Salta. “Ahí está Analía Parodi, secretaria de Comunicaciones del Gobierno de la Provincia; la gente de Quintana Comunicación; Juan Pablo Rodríguez; José Muñoz; Carlos Bustamante; Público y Privado; Mauro & Estomba”, dice.
Todos los que integraron el equipo de comunicación oficial de la campaña “Urtubey 2011”, además, recibieron pauta oficial por contratación directa de la Secretaría de Prensa de la Gobernación. El funcionario responsable de esa secretaría compartió el escenario con cada uno de ellos. Quintana Comunicación cobró ese año más de $4,2 millones del Estado y era también la consultora encargada de desarrollar la campaña Urtubey 2011. Por eso, ese año la diputada provincial Virginia Cornejo realizó un pedido de informes que fue fugazmente cajoneado por sus pares de la Legislatura. Por otro lado, a horas de conocerse las candidaturas que competirán en la próxima elección de octubre, Poder Ciudadano había reclamado transparencia y una explicación oficial sobre el destino de esos fondos públicos.
Esas fueron algunas de las cosas que destaparon los premios Eikon 2011. Pero no lo único.
Para merecer uno de los galardones más importantes del país en la materia, la campaña Urtubey 2011 tenía argumentos sólidos; es lo que se desprende del documento oficial de los organizadores.
El jurado estaba integrado por 37 personas, incluyendo los llamados jurados regionales, que forman parte de algunas de las firmas más reconocidas, entre ellas empresas, consultoras de marketing político y universidades. La mayoría de ellos reconoció los esfuerzos titánicos del equipo de campaña premiado, que tuvo que atravesar los obstáculos más desfavorables en solo 66 días, el tiempo que tenían antes de las elecciones. El documento para justificar el primer puesto del jurado es, en algún punto, revelador.
El escenario era complicado. El tiempo corría. Estaba en juego la reelección del gobernador que ya había expresado públicamente sus ambiciones presidenciales.
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La saga por la sospecha de los fondos públicos para pagar la campaña de 2011 continúa. Eran los Premios Eikon, que ese año se entregaron en un importante salón de eventos de Buenos Aires. Las lámparas tipo arañas caían del techo para iluminar las mesas. Importantes empleados de las grandes cadenas, agentes de publicidad, consultores y políticos. El mundo de la publicidad esperaba expectante esa noche. Era el turno de la Categoría 17, la de “Comunicación política, de gobierno y campañas electorales”. El presentador repasa uno a uno a los ternados para el máximo galardón. “Y el primer premio es para... Urtubey 2011”, anuncia. Sobre los murmullos de los invitados que conversan prevalecen algunos aplausos y el locutor señala que se acerca al escenario el equipo de comunicación Salta. “Ahí está Analía Parodi, secretaria de Comunicaciones del Gobierno de la Provincia; la gente de Quintana Comunicación; Juan Pablo Rodríguez; José Muñoz; Carlos Bustamante; Público y Privado; Mauro & Estomba”, dice.
Todos los que integraron el equipo de comunicación oficial de la campaña “Urtubey 2011”, además, recibieron pauta oficial por contratación directa de la Secretaría de Prensa de la Gobernación. El funcionario responsable de esa secretaría compartió el escenario con cada uno de ellos. Quintana Comunicación cobró ese año más de $4,2 millones del Estado y era también la consultora encargada de desarrollar la campaña Urtubey 2011. Por eso, ese año la diputada provincial Virginia Cornejo realizó un pedido de informes que fue fugazmente cajoneado por sus pares de la Legislatura. Por otro lado, a horas de conocerse las candidaturas que competirán en la próxima elección de octubre, Poder Ciudadano había reclamado transparencia y una explicación oficial sobre el destino de esos fondos públicos.
Esas fueron algunas de las cosas que destaparon los premios Eikon 2011. Pero no lo único.
Para merecer uno de los galardones más importantes del país en la materia, la campaña Urtubey 2011 tenía argumentos sólidos; es lo que se desprende del documento oficial de los organizadores.
El jurado estaba integrado por 37 personas, incluyendo los llamados jurados regionales, que forman parte de algunas de las firmas más reconocidas, entre ellas empresas, consultoras de marketing político y universidades. La mayoría de ellos reconoció los esfuerzos titánicos del equipo de campaña premiado, que tuvo que atravesar los obstáculos más desfavorables en solo 66 días, el tiempo que tenían antes de las elecciones. El documento para justificar el primer puesto del jurado es, en algún punto, revelador.
El escenario era complicado. El tiempo corría. Estaba en juego la reelección del gobernador que ya había expresado públicamente sus ambiciones presidenciales.