Más de 1.300 personas han sido evacuadas en el litoral argentino por la crecida de los ríos Paraná e Iguazú debido a las intensas lluvias caídas en esa zona fronteriza con Brasil.
Las provincias más afectadas son las de Misiones, Chaco, Corrientes y Entre Ríos, y se encuentra en situación de alerta la de Santa Fe.
Muchas familias decidieron abandonar de manera voluntaria sus casas para evitar riesgos, y las que todavía continúan allí están siendo asistidas por el operativo de emergencia.
Chaco es la provincia más dañada por la crecida del Paraná, la segunda cuenca fluvial más importante de Sudamérica después del Amazonas, que ayer registraba 6,40 metros de altura sobre el puerto de Barranqueras, a sólo 10 centímetros del nivel de evacuación. El gobernador chaqueño, Jorge Capitanich, reunió ayer al comité de emergencia a fin de coordinar acciones de asistencia y reforzar las medidas preventivas.
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Más de 1.300 personas han sido evacuadas en el litoral argentino por la crecida de los ríos Paraná e Iguazú debido a las intensas lluvias caídas en esa zona fronteriza con Brasil.
Las provincias más afectadas son las de Misiones, Chaco, Corrientes y Entre Ríos, y se encuentra en situación de alerta la de Santa Fe.
Muchas familias decidieron abandonar de manera voluntaria sus casas para evitar riesgos, y las que todavía continúan allí están siendo asistidas por el operativo de emergencia.
Chaco es la provincia más dañada por la crecida del Paraná, la segunda cuenca fluvial más importante de Sudamérica después del Amazonas, que ayer registraba 6,40 metros de altura sobre el puerto de Barranqueras, a sólo 10 centímetros del nivel de evacuación. El gobernador chaqueño, Jorge Capitanich, reunió ayer al comité de emergencia a fin de coordinar acciones de asistencia y reforzar las medidas preventivas.