Una de las responsables de las tres secretarías de Seguridad, Cristina Caamaño, presentó su renuncia “indeclinable” al cargo.
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Una de las responsables de las tres secretarías de Seguridad, Cristina Caamaño, presentó su renuncia “indeclinable” al cargo.
Caamaño fue vital contra los jefes de la Federal, por corrupción, y contra los de Gendarmería, por el conflicto salarial.
Berni fue confirmado por Puricelli el pasado viernes, por lo que la Secretaría de Seguridad seguirá con los mismos funcionarios.
Y desde ayer, nuevamente, los Ministerios de Defensa y de Seguridad tienen nuevas cabezas. Y otra vez con Dios y la Patria como testigos.
En un acto que se llevó a cabo por la tarde en el Salón Blanco de la Casa Rosada, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, puso en funciones a Agustín Rossi en el área de Defensa.
Por su parte, el saliente ministro de esa área, Arturo Puricelli, pasó a ocupar el máximo cargo en Seguridad.
Los cambios fueron anunciados el jueves por la noche por el vocero presidencial Alfredo Scoccimarro.
Cabe destacar que Rossi dejó la presidencia del bloque oficialista de la Cámarade Diputados de la Nación, que ahora será ocupada por la diputada Juliana Di Tullio, quien deberá comandar el kirchnerismo en la Cámara Baja por lo menos hasta el próximo 9 de diciembre, cuando venza su mandato.
Puricelli, por su parte, ocupará el cargo que deja Nilda Garré, quien será postulada por el Gobierno como embajadora argentina ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
Lo cierto es que este “enroque” se llevó a cabo en medio de fuertes cuestionamientos a las principales áreas de la seguridad nacional, justo cuando la “inseguridad” parece haberse descontrolado.