Decir comedores es también decir necesidad. Es decir niños con hambre, vecinos viviendo en condiciones paupérrimas. Los comedores son un servicio esencial, aunque a veces parece insuficiente en Salta. Pese a eso, diez cerraron sus puertas en los últimos tres años y no porque hayan dejado de hacer falta, está claro. De acuerdo a lo expresado por funcionarios del área de Acción Social de la Municipalidad se han cerrado tras las tareas de control que se llevaron a cabo desde la comuna, por no cumplir con las condiciones para que continúen funcionando. “Es absolutamente falso que dejemos chicos sin asistencia”, dijo la responsable de esta área, Ivette Dousset, quien explicó que lo que se hace cuando se cierra un comedor, en general, es intentar reubicar a los chicos en otros merenderos de la zona.
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Decir comedores es también decir necesidad. Es decir niños con hambre, vecinos viviendo en condiciones paupérrimas. Los comedores son un servicio esencial, aunque a veces parece insuficiente en Salta. Pese a eso, diez cerraron sus puertas en los últimos tres años y no porque hayan dejado de hacer falta, está claro. De acuerdo a lo expresado por funcionarios del área de Acción Social de la Municipalidad se han cerrado tras las tareas de control que se llevaron a cabo desde la comuna, por no cumplir con las condiciones para que continúen funcionando. “Es absolutamente falso que dejemos chicos sin asistencia”, dijo la responsable de esta área, Ivette Dousset, quien explicó que lo que se hace cuando se cierra un comedor, en general, es intentar reubicar a los chicos en otros merenderos de la zona.
También comentó que hay 111 merenderos que reciben insumos de la Cooperadora Asistencial y que se ejerce un control permanente del uso de esos insumos y del estado de salubridad de los mismos. Dousset además aclaró que existen otros merenderos o comedores que funcionan y se mantienen, exclusivamente, por el trabajo de grupos de vecinos y enfatizó en que se reparten 115 mil porciones de copa de leche por día.
Para muchas familias los comedores son un pequeño respiro frente a las indignas realidades en las que viven. Para los chicos, además, se trata en muchos casos de tener la posibilidad de pertenecer a un lugar en el que reciben contención emocional.
Quienes trabajan en los comedores, por su parte, coinciden: “La nuestra es una tarea muy gratificante”.
El desempleo, la subocupación, el estancamiento de los niveles de empleo y la precariedad laboral, entre otras cosas, expresan algunas de las dimensiones de la degradación de las condiciones salariales. En ese contexto es que comenzaron a generarse muchos de estos comedores.
De acuerdo a datos brindados por la Secretaría de Asistencia Crítica, que depende del Ministerio de Desarrollo Humano, en nuestra provincia alrededor de 14 mil niños almuerzan a diario en los 169 comedores comunitarios que funcionan actualmente en la provincia.
Sobre la Copa de Leche
A diario la Cooperadora Asistencial de la Capital distribuye 100 mil raciones de la Copa de Leche. Este beneficio llega a 160 escuelas y más de un centenar de merenderos e instituciones de distintos puntos de la capital.
Es importante recordar que los chicos necesitan la autorización de los padres para recibir estas raciones, debido a que hay niños que pueden llegar a tener problemas alimenticios como alergias, o ser celíacos.