En San José de Metán, en un insólito hecho, un comerciante de la calle Jujuy (este), que es de ripio en ese sector, decidió aplicar aceite quemado de vehículos en toda la cuadra para impedir que se levante tierra.
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En San José de Metán, en un insólito hecho, un comerciante de la calle Jujuy (este), que es de ripio en ese sector, decidió aplicar aceite quemado de vehículos en toda la cuadra para impedir que se levante tierra.
Se trata de José Pavón, quien tiene 40 años y desde hace 35 reside en el barrio Municipal, ubicado en la zona sudeste de la ciudad.
La semana pasada, cansado de lidiar con la tierra que se levanta por el fluido tránsito de camiones, camionetas y máquinas industriales que van por ese sector a una importante zona productiva, decidió esparcir el líquido de color negro en la calle Jujuy, desde José Hernández hasta España.
“Desde hace años sufrimos el problema de la gran cantidad de tierra que se levanta con el paso de los vehículos. Era insoportable. Además, desde hace tres años tengo un comercio y es imposible trabajar de esa manera”, dijo Pavón a El Tribuno.
Los vecinos del sector dijeron que el camión regador de la Municipalidad no pasa con frecuencia y que el efecto del agua dura poco tiempo debido al intenso tránsito que registra la zona, principalmente de camiones y camionetas de los productores agrícolas.
“Antes yo mismo debía regar toda la cuadra para tratar de contrarrestar esto. Ahora pedí aceite quemado a un productor amigo, lo apliqué dos veces en la calle y ya no se levanta tierra. Podemos vivir y trabajar tranquilos. Mis vecinos me apoyan”, destacó el comerciante.
Si bien en el lugar se siente un poco de olor a aceite, el vecino aseguró que “no estoy causando un daño ambiental porque al aceite lo he colocado superficialmente sobre el ripio y la tierra”.
Apoyo
“Me parece que está bien porque si no esto es un tierral, todos los días y no se puede mantener la casa limpia. Esto nos favorece y evita el derroche de agua. El olor a aceite no es para tanto, se siente muy poco y no es molesto”, destacó Matilde Páez, una vecina que vive en el sector desde 1976 y dijo que siempre tuvieron ese problema que se agrava en épocas de siembra y cosecha por el tránsito fluido.
“Lo que hizo el comerciante está muy bien porque el regador no pasa casi nunca y así no podíamos vivir. Esto trajo una solución”, destacó otro vecino de la cuadra que prefirió no dar su nombre.