El presidente saliente de Paraguay, Federico Franco, acusó hoy al Mercosur de una “persecución implacable”, al presentar su último informe de gestión durante la sesión inaugural del nuevo Legislativo, a la que no se presentó el flamante senador Fernando Lugo, destituido de la Presidencia el año pasado.
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El presidente saliente de Paraguay, Federico Franco, acusó hoy al Mercosur de una “persecución implacable”, al presentar su último informe de gestión durante la sesión inaugural del nuevo Legislativo, a la que no se presentó el flamante senador Fernando Lugo, destituido de la Presidencia el año pasado.
Franco, del partido Liberal y quien debe entregar el mando presidencial el próximo 15 de agosto a Horacio Cartes, del Partido Colorado, quien obtuvo la mayoría en el Legislativo, dedicó la mayor parte de su discurso a defender que Paraguay derrotó los “intentos de aislar al país” tras la suspensión del Mercosur y la Unasur a raíz de la destitución de Lugo.
Los dos bloques suspendieron al país el 29 de junio de 2012, una semana después de la destitución en un juicio político de Lugo, cuyo mandato completa Franco, quien era el vicepresidente por entonces.
La alocución de Franco estuvo marcada por la ausencia de Lugo y los otros cuatro senadores del izquierdista Frente Guasú (FG) y los dos de la concertación Avanza País, una escisión del FG.
El FG dejó así patente su rechazo “al golpe parlamentario que violentó el proceso de transición democrática” de Paraguay y criticó que Franco atribuya a su Gobierno “los logros concretados durante la Administración” de Lugo, según un comunicado de la formación.
Avanza País justificó su ausencia, en otro comunicado, como una crítica “al aislamiento internacional pocas veces visto” causado por la destitución de Lugo, aunque este grupo se sumó el pasado sábado a un amplio pacto político con el partido de Cartes para asegurar la gobernabilidad del país.
En su informe a los legisladores, Franco mantuvo que su Ejecutivo logró superar el aislamiento que le impusieron los vecinos del Mercosur (bloque conformado además por Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela), además de impulsar las inversiones, retornar la economía a la senda del crecimiento y celebrar unas elecciones transparentes.
Franco, cuyo partido fue derrotado en los comicios del pasado 21 de abril, adujo la defensa “a su club ideológico” tras los “intentos de aislar” a Paraguay y reiteró que el ingreso de Venezuela en el Mercosur -decidido en la misma cumbre en que se suspendió a Paraguay- es “ilegal”.
Esto “quedó en evidencia posteriormente en otra elección celebrada en otro país de la región (Venezuela), cuyos resultados (la victoria de Nicolás Maduro) arrojaron un manto de dudas y a las que, sin embargo, estos países se apresuraron en avalar y legitimar”, denunció.
Según Franco, pese a la “persecución implacable” de los países del Mercosur, Paraguay evitó el aislamiento internacional, como prueban su ingreso como observador a la Alianza del Pacífico y haber sido elegido sede de la próxima asamblea general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Franco, que era vicepresidente durante el mandato de Lugo, reveló que durante el transcurso del juicio político ‘un grupo de cancilleres de la región‘ llegó hasta su despacho ‘a exigir que no asumiera la Presidencia‘ en caso de que Lugo fuera destituido.
‘Ante tan insólita pretensión, no pude sino negarme rotunda y enfáticamente‘, espetó Franco.
La Historia ‘va a juzgar nuestra actuación‘, proclamó el presidente, protagonista de un breve periodo de gobierno liberal tras seis décadas de mando del Partido Colorado, sostén de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-89).