La crecida del río Paraná, por las fuertes lluvias registradas en la zona norte de la cuenca, no se detenía ayer y unas tres mil personas tuvieron que ser evacuadas en Corrientes y Chaco. En la primera provincia el cauce había superado los siete metros de altura y la emergencia se profundizaba: en Paso de la Patria debieron evacuar de emergencia un barrio completo, ya que una de las defensas dispuestas para contener el agua del río cedió. Fue en esa localidad donde el río llegó a su pico máximo, 7,46 metros a las 14.
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La crecida del río Paraná, por las fuertes lluvias registradas en la zona norte de la cuenca, no se detenía ayer y unas tres mil personas tuvieron que ser evacuadas en Corrientes y Chaco. En la primera provincia el cauce había superado los siete metros de altura y la emergencia se profundizaba: en Paso de la Patria debieron evacuar de emergencia un barrio completo, ya que una de las defensas dispuestas para contener el agua del río cedió. Fue en esa localidad donde el río llegó a su pico máximo, 7,46 metros a las 14.
Las autoridades correntinas recordaron que la creciente del Paraná viene de Brasil, afectando a los ríos Iguazú y Andrecito. El director de Defensa Civil de la provincia, Eulogio Márquez, advirtió que en las próximas horas la situación “puede ser crítica en las costas correntinas del río Paraná”, y estimó que recién a fines de este mes la situación podría normalizarse por completo.
De todas formas, se espera que después de alcanzar su pico máximo, la crecida se estacione a pesar de que persisten lluvias en Santa Catarina y San Pablo, en Brasil.
Lo peor
La situación es aún más preocupante en Chaco, donde entre 1.700 y 1.800 personas debieron ser evacuadas en distintas ciudades, por las crecidas de los ríos Paraná y Barranqueras. Unas 400 trabajaban para paliar la emergencia. El gobernador de esa Provincia, Jorge Capitanich, recorrió las zonas de desastre para actualizar la información de lo que está ocurriendo y, luego de un sobrevuelo, dijo que “el río parece estacionarse”.
María Cristina Magnano, titular de la Administración Provincial del Agua, dijo que se estima que la crecida se extenderá más días, ya que “sorprende” el comportamiento del Iguazú, afluente del Paraná, que no bajó su nivel rápidamente después de incrementarse su cauce, como lo hace habitualmente.
La funcionaria comentó que la crecida no será tan abrupta como se había pensado. “Teníamos prevista una marca de 7,40, y la crecida está por debajo de este valor”, dijo.
De todas formas, advirtió que “quizá en estas horas se dé el valor más alto de la crecida, debido a las últimas precipitaciones que se produjeron en Brasil y en Misiones”.
En el puerto de Barranqueras el río había llegado ayer a la madrugada a una altura de 6,88 metros, ocho centímetros por encima del último registro que se había tomado la noche del domingo, y 38 centímetros arriba del nivel de evacuación. En Chaco hasta ayer las autoridades habían asistido a 461 familias, integradas en total por 1.657 personas, pero se estimaba que un número mayor de pobladores deberán abandonar sus viviendas en las próximas horas.
Pero no solo Corrientes y Chaco están complicadas por las lluvias, en Santa Fe y Entre Ríos las autoridades comenzaron a tomar medidas preventivas. En Rosario se espera una fuerte crecida para dentro de 15 días, por lo que el agua llegaría a los 5,65 metros.
La Garganta del Diablo se reabriría en un mes
Recién en 30 días se reabrirá al público el circuito Garganta del Diablo en las Cataratas del Iguazú. El tiempo fue estimado por la empresa concesionaria luego del sobrevuelo que hizo el gerente de Operaciones de la empresa, Marcelo Zuliani.
El paseo, de 1.100 metros sobre el Iguazú fue cerrado por la histórica crecida de la cuenca del Paraná. Se informó que las pasarelas rebatibles volvieron a dar “muestras de su solidez, ya que ninguno de los pilares de hormigón se ve comprometido por el caudal del río”.