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Las dos Coreas

Martes, 02 de julio de 2013 20:31

Hay dos Coreas que se contraponen a los ojos del mundo. Valga como ejemplo la tensión bélica que existe entre ellas y que se ha visto incrementada últimamente. Tal es así que desde Corea de Norte fueron disparados varios misiles con supuestos fines intimidatorios.

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Hay dos Coreas que se contraponen a los ojos del mundo. Valga como ejemplo la tensión bélica que existe entre ellas y que se ha visto incrementada últimamente. Tal es así que desde Corea de Norte fueron disparados varios misiles con supuestos fines intimidatorios.

Esta supuesta muestra de poder es solamente una “bravuconada” porque los norcoreanos sufren desde hace años de escasez de alimentos y millones de ellos de una hambruna generalizada. Es que a diferencia de sus vecinos de Corea del Sur, la economía planificada al estilo soviético, es un completo fracaso. La única distracción de los habitantes del norte es la cerveza, ya que se ubican entre los grandes consumidores del mundo.

El predecesor y progenitor de Kim Jong-su, Kim Jong-il, fue durante 48 años ininterrumpidos el máximo mandatario de Corea del Norte, ostentando uno de los gobiernos más largos en la historia, solo superado por Fidel Castro.

Trescientos dólares al mes

Mientras los trabajadores de Seúl ganan un promedio de 2.000 dólares al mes, los del norte reciben siete veces menos. El PBI de Corea de Norte es de 40 mil millones de dólares, con una población de 25.000.000 de habitantes. Después de la guerra entre las dos Coreas, entre 1950 y 1953, el gobierno norcoreano se vio obligado a cambiar su estilo de conducción. Por ejemplo, sus gobernantes escaparon al rígido sistema permitiendo parcelas privadas, algo inexistente hasta entonces. Si bien hoy la economía mejoró en términos relativos, sufrió otro golpe fenomenal con la caída de la URSS.

Tal es así que por la cantidad de alimentos, dentro de todo Asia, solamente Camboya y Laos tienen menos recursos.

Sus habitantes no tienen derecho a voto ni pueden salir del país. Además, para los viajeros, resulta imposible cruzar la frontera, ya que no se otorgan visas. Es uno de los tres países marxistas que sobreviven en el mundo, junto con Cuba y las Islas Seychelles. Una anécdota sirve para ilustrarlo: solamente la intervención del expresidente Bill Clinton permitió que un periodista estadounidense fuera admitido por pocos días allí; algo a lo que ningún otro visitante podría acceder.

La Corea rica

Todo lo contrario ocurre en Corea del Sur. Su superficie no llega a los 100.000 kilómetros cuadrados y su población es de 50 millones de habitantes. Su PBI la convierte en la duodécima potencia del planeta, con una producción de dos billones de dólares. Sus grandes fábricas son conocidas en todo el mundo, por ejemplo LG, Samsung, Kia y sobretodo Hyundai, capaz de producir, además de autos, vagones y hasta barcos de gran tamaño.

Son los terceros en el planeta en cantidad de usuarios de internet y ya fueron capaces de realizar los Juegos Olímpicos y, junto con Japón, un Mundial de Fútbol.

Esta democracia representativa mantiene relaciones con 171 países y debido a una eventual guerra con Corea de Norte, su ejército está compuesto por cuatro millones de personas.

Su tren de alta velocidad une Seúl con la portuaria ciudad de Busan, la segunda ciudad del país, a velocidades superiores a los 300 kilómetros por hora.

Líderes en educación

Siempre se lo dice pero pocos lo practican: lo invertido en educación es clave para el desarrollo de un país. Y aquí está el ejemplo elocuente y casi inigualable de Corea de Sur con respecto al mundo. Dedica el 8.2 por ciento de su PBI, es decir 160 mil millones de dólares al año para la enseñanza. Los resultados están a la vista: es el primer país en el mundo en comprensión lectora y en matemáticas. No hay analfabetos. Los alumnos reciben 10 horas de clases por día, muy lejos de las cuatro que cursan los argentinos. El 55% de las escuelas secundarias y el 78% de los institutos y universidades son privados.

El 98% de los alumnos termina el secundario y hay 411 universidades, con más de cuatro millones de alumnos y 81.000 profesores. Algo que parece un sueño: el 90% de las familias gasta un promedio de 600 dólares mensuales para fortalecer el aprendizaje en academias privadas, al margen de las diez horas ya comentadas.

Corea del Sur gasta menos en educación como porcentaje de su economía que varios países latinoamericanos y, sin embargo, obtiene resultados mucho mejores.

La diferencia es que hace de la docencia una carrera muy selectiva y prestigiosa: sólo los más calificados son aceptados para ser maestros, y se les paga según su desempeño.

Y algo más...

El país es presidido por una mujer, Park Geun-hye, que pocos días atrás visitó Pekín para que el gobierno chino presione a Corea del Norte en pro de abandonar sus ambiciones atómicas. Pero el gobierno del presidente Xi Jinping, no pasó de las declaraciones de rigor, porque la segunda potencia del mundo tiene como prioridad mantener la estabilidad en la península asiática.

Cuando uno camina por las calles de Pekín y Shangai, advierte fácilmente como los coreanos introdujeron sus productos, en especial los electrónicos. En todos los hoteles de la tierra de Mao, invariablemente los televisores y las computadoras son de origen coreano, los productos LG y Samsung se ven por todos lados y los taxis son, en su mayoría, Hyundai y Kia.

El intercambio entre los dos países llegó el año pasado a los 215.000 millones de dólares, con una ganancia del país más pequeño que superó los 50.000 millones.

Lo concreto es que Corea del Norte moderó en los últimos días su actitud belicosa, tras amenazar con disparar misiles nucleares desde su pequeño y pobre territorio. Es que la prosperidad, más allá de las bravuconadas ya expuestas, la tiene muy cercana. Su vecino, que hace 50 años era considerado uno de los países más pobres del mundo, es hoy un referente mundial en educación y desarrollo económico. Y pensar que era tan pobre como Afganistán.

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