La designación de César Milani como jefe del Ejército le trajo al Gobierno nacional fuertes dolores de cabeza. “Cristina nos genera mucha confianza, porque es una mujer que ha sido víctima de la dictadura, que ha demostrado en sus gestiones total claridad en el tema de los derechos humanos, la reparación, etc. Esta designación se politizó mucho”, señaló ayer la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
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La designación de César Milani como jefe del Ejército le trajo al Gobierno nacional fuertes dolores de cabeza. “Cristina nos genera mucha confianza, porque es una mujer que ha sido víctima de la dictadura, que ha demostrado en sus gestiones total claridad en el tema de los derechos humanos, la reparación, etc. Esta designación se politizó mucho”, señaló ayer la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
En una entrevista con El Tribuno, Estela de Carlotto defendió el “discurso de alineamiento” que dio Milani al asumir y aseguró que “son las palabras que nos hubiesen gustado escuchar de un jefe del Ejército en democracia”. Consultada sobre si no había habido un linchamiento mediático contra los hijos de la dueña de Clarín, contestó: “Los que expusieron mediáticamente a los hijos de de Noble fueron sus abogados, no nosotras”.
¿Cómo toma todo esta polémica en torno de Milani?
Yo ya he hablado más que suficiente de este tema. Los organismos de derechos humanos jamás aceptaríamos a una persona implicada en la represión, como afirman que estuvo el señor Milani. Nosotras no tenemos suficientes pruebas ni elementos sobre esta situación, de manera que el CELS, que es el organismo que suele ser consultado para estos ascensos, es el que ha presentado ahora una moción en el Senado para impedir que se lo ascienda. Nosotras decimos algo categórico: respetamos con total confianza las decisiones de la presidenta Cristina Kirchner, porque tanto ella como su marido han demostrado una fuerte actitud respecto a la memoria, la verdad y la justicia. Si hay alguien que tenga elementos como para denunciar a esta persona, que lo haga en la Justicia, que es donde corresponde. Y luego la Justicia evaluará las pruebas presentadas para ver si corresponde la condena de este militar. Estamos en un impasse que puso la Presidenta al retirar los pliegos hasta después de las elecciones. Cristina nos genera mucha confianza porque es una mujer que ha sido víctima de la dictadura, que ha demostrado en sus gestiones total claridad en el tema de los derechos humanos, la reparación, etc. Esta designación se politizó mucho y un difamador como Jorge Lanata se encargó de instalar estas sospechas.
Milani está mencionado en el Nunca Más de La Rioja, ese libro es de 1984 y no lo escribió Lanata...
Hay miles de personas que están nombradas en ese libro y no todas son genocidas. Eso no quiere decir que (Milani) haya sido cómplice de la dictadura. Milani fue ascendido tres veces y nunca nadie cuestionó esos ascensos. Apenas asumió Milani como jefe del Ejército tuvo un discurso de mucho alineamiento con este Gobierno que nosotras reivindicamos y que hizo muchísimo por la verdad y la justicia. Son las palabras que nos hubiesen gustado escuchar de boca de un jefe del Ejército en tiempos de democracia.
Más allá de las pruebas que haya, ¿con la sola sospecha no alcanza para que Milani deje de ser jefe del Ejército?
Nosotras no nos movemos así, no nos movemos con presunciones. Si aparecen nuevas pruebas contra Milani, que hasta ahora no aparecieron, la situación del militar sería otra. Se politizó bastante un tema que no debió haber sido politizado. Si hay un Gobierno que se preocupó siempre por los derechos humanos es éste, con Cristina a la cabeza.
Cristina dijo que no quería linchamientos mediáticos, pero los hijos de Ernestina Herrera de Noble, a quienes no se les probó ser hijos de desaparecidos, sufrieron algo así...
Los que expusieron mediáticamente a los hijos de Herrera de Noble fueron sus abogados, no nosotras. Las Abuelas quisimos preservarlos en todo momento y eso no fue lo que hicieron los abogados, que los expusieron en televisión y armaron una especie de novela. Nosotras quisimos hablar con la señora Noble y ella nunca nos recibió. Había datos que no coincidían. Las Abuelas siempre fuimos respetuosas de esos chicos.
¿Por qué están divididas las organizaciones de derechos humanos respecto a Milani?
Pérez Esquivel tiene una postura que respetamos pero que no compartimos. En el caso de Nora Cortiñas, ella habla a título personal, porque las Madres Línea Fundadora tienen una presidenta que se llama Marta de Ocampo y ellas, al igual que las Abuelas, tomamos las decisiones en comisión directiva y no a título personal. Respeto mucho a Cortiñas, pero su postura no representa a las Madres Línea Fundadora sino a su forma de ver las cosas. Las Madres, las Abuelas y los HIJOS -como organismos- tenemos una postura en este tema distinta a la de Nora y a la de Pérez Esquivel.
El Gobierno suele señalar a muchos por su rol durante la dictadura, pero tiene ministros como Héctor Timerman, que la apoyaron abiertamente ¿No es esa una contradicción?
En el caso de Timerman él ya se mostró públicamente arrepentido por lo que se publicaba en el diario La Tarde y yo creo que la gente puede cambiar su forma de pensar. Timerman era joven en ese momento y quizá no tenía plena conciencia de lo que estaba ocurriendo, como le pasó a muchísimos argentinos. Pero él ya se disculpó y hoy está claramente luchando porque en la Argentina prevalezca la verdad y la justicia, un proceso que encabeza Cristina con la fuerza que nos tiene acostumbradas.