La violencia de género sigue avanzando con fuerza en nuestra provincia y se cobró la vida de otra mujer a manos de un hombre.
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La violencia de género sigue avanzando con fuerza en nuestra provincia y se cobró la vida de otra mujer a manos de un hombre.
Un hecho sangriento y escalofriante ocurrió durante la mañana de ayer en la localidad norteña de El Quebrachal, cuando un hombre, quien se desempeñaba como policía en la provincia de Santiago del Estero, mató de un disparo a su exesposa y luego se suicidó.
La espantosa escena fue presenciada por tres de los cuatros hijos del matrimonio, de los cuales dos son menores de edad.
Se supo que un hombre dio la alerta a la policía respecto a lo sucedido y cuando los efectivos llegaron encontraron en el living de la vivienda ubicada en la calle Los Teucos, del barrio 20 de Junio, el cuerpo de María Elena Ruiz y el de su exmarido Eduardo Palomo, tendidos en el suelo y totalmente ensangrentados.
Junto al cadáver de Palomo estaba su arma reglamentaria.
De averiguaciones trascendió que ambos presentaban un sólo disparo. Elena fue herida en la zona de la axila y la bala salió por su espalda, mientras que Eduardo se disparó en la cabeza.
Sus hijos fueron contendidos en ese mismo momento por familiares y profesionales del área psicológica.
Los niños habrían dicho en una primera instancia que sus padres estaban discutiendo y la pelea a los pocos minutos se habría tornado muy violenta, lo que desató el trágico final.
De la investigación se sabe que Palomo residía en la provincia de Santiago del Estero y que desde hace un tiempo la pareja estaba separada.
El hombre venía esporádicamente a El Quebrachal a ver a sus hijos y había llegado a la localidad el martes. Aún no se pudo establecer cuales fueron los motivos que dieron inicio a la pelea que finalmente acabó con la vida de ambos, pero lo que sí se sabe es que el matrimonio tenía muchos antecedentes por violencia familiar, ya que Elena había radicado numerosas denuncias en contra de su marido por violencia, amenazas, insultos y golpes.
Efectivos de la Brigada de Investigaciones de J.V.González, distante a 30 kilómetros de El Quebrachal, se encuentran abocados a las tareas para tratar de esclarecer los hechos.
Los mismos se entrevistaron con los vecinos de la Elena, durante la jornada de ayer, para recabar mayores datos sobre la relación que tenían los fallecidos.
A nivel judicial, la causa se encuentra en manos del Juez de Instrucción Formal 2 de Metán, Mario Dilascio.
Por otro lado se espera la declaración de los hijos de la víctima, ya que se considera que su testimonio será clave para reconstruir la escena y conocer los pormenores de la relación que tenían Eduardo y su exesposa.
A la vivienda fue personal de Criminalística y de la Policía Científica, para realizar todo el peritaje en la escena del crimen.
El magistrado recibirá en los próximos días los resultados de las pericias realizadas.
Finalmente hasta el cierre de esta edición no se había dado a conocer el resultado de la autopsia practicada a María Elena Ruiz y tampoco la de Eduardo Palomo.
La noticia abrió nuevamente los interrogantes sobre políticas que protejan a las mujeres que ya realizaron denuncias exponiendo ante las autoridades las situaciones de violencia tanto física como psicológica que sufren a manos de sus parejas, novios, esposos.
Aún así y tras el trágico final de Elena, la policía sigue alentando a las mujeres a denunciar este tipo de hechos, como así también las distintas instituciones que protegen la integridad de las mujeres, alegando que todo este tipo de abusos debe ser frenado.
Un pueblo consternado
Tras conocerse la noticia del trágico final de Elena Ruiz y que su exmarido se había suicidado, los vecinos y habitantes de la localidad de El Quebrachal, se mostraron muy conmovidos con la noticia.
Los vecinos de la víctima se acoplaron alrededor de la vivienda luego de escuchar los disparos que se percutaron entre las 8 y las 9 de la mañana.
Aquellas personas que conocía a la mujer no dudaron en contener a sus hijos que estaban atravesando por una fuerte crisis nerviosa y un shock emocional, ya que tristemente ellos fueron los únicos testigos de lo ocurrido.
Se trata de dos menores de 10 y 14 años y un mayor de 20.
A los pocos minutos llegaron sus familiares y ante la gravedad de la situación, los efectivos policiales solicitaron al magistrado que se encuentra a cargo de la causa la presencia de personal especializado para contener a los hijos de la víctima, los cuales estaban siendo contenidos por su familia y los vecinos.
Todos manifestaron su sorpresa con lo ocurrido y se lamentaron entre gritos y llantos.