El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, cuestionó la nueva ley de fertilización asistida porque se trata de “proyecto egoísta de vida” del adulto, y señaló que la norma no precisa nada, dado que tampoco regula cantidad de óvulos que se van a fecundar en cada operativo. Se preguntó “si esta aprobación legal de una actividad moralmente censurable no responde a ciertos intereses de cierta gente que viene trabajando en este campo desde hace mucho tiempo y que quiere amparada por la ley su actividad”.
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El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, cuestionó la nueva ley de fertilización asistida porque se trata de “proyecto egoísta de vida” del adulto, y señaló que la norma no precisa nada, dado que tampoco regula cantidad de óvulos que se van a fecundar en cada operativo. Se preguntó “si esta aprobación legal de una actividad moralmente censurable no responde a ciertos intereses de cierta gente que viene trabajando en este campo desde hace mucho tiempo y que quiere amparada por la ley su actividad”.
Los cuestionamientos del sacerdote están a tono con la reciente declaración de la Conferencia Episcopal Argentina que pidió que la norma prohiba la destrucción de embriones humanos o su uso para fines comerciales, industriales o de experimentación. Consideró que, tras la promulgación de la ley 26862 de acceso integral a técnicas médico-asistenciales de reproducción médicamente asistida, “surgen algunas preguntas fundamentales, como ¿cuántos óvulos se van a fecundar en cada operativo de reproducción? ¿Cuántos embriones se van a implantar?”.
“No se precisa nada. ¿Acaso se considera al embrión un mero material biológico que puede resultar sobrante?”, preguntó. Aguer consideró que con esta ley se desplaza definitivamente la importancia del instituto de la adopción, que es un gesto solidario y plenamente humano; señaló, además, que la norma reafirma el derecho del adulto autónomo que privilegia su proyecto egoísta de vida.
A tono con cuestionamientos de la Conferencia Episcopal, dijo: “Si yo sugiero que aquí se juegan intereses económicos muy importantes van a decir que estoy sospechando indebidamente”.