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Estremecedor relato del chofer al que le amputaron un dedo

Domingo, 07 de julio de 2013 05:09

Sergio Salinas (32) el chofer del corredor Transversal que perdió el dedo índice de su mano derecha durante un brutal asalto perpetrado por dos delincuentes, recibió el alta médica ayer y dio un desgarrador relato. El hombre recibió a El Tribuno en su hogar de barrio Los Pinares, donde contó con lujo de detalles los dramáticos momentos vividos el miércoles a la noche, cuando hacía el recorrido por la zona sur de la ciudad.

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Sergio Salinas (32) el chofer del corredor Transversal que perdió el dedo índice de su mano derecha durante un brutal asalto perpetrado por dos delincuentes, recibió el alta médica ayer y dio un desgarrador relato. El hombre recibió a El Tribuno en su hogar de barrio Los Pinares, donde contó con lujo de detalles los dramáticos momentos vividos el miércoles a la noche, cuando hacía el recorrido por la zona sur de la ciudad.

Dos ladrones lo abordaron, le hicieron cambiar de recorrido y le robaron la recaudación. Accionó el botón antipánico y los delincuentes le cortaron el dedo. No funcionó la respuesta rápida en los esquemas de seguridad y tampoco el seguimiento satelital que, supuestamente, está en todas las unidades de Saeta a través de GPS.

“A 100 metros del puesto de control dos muchachos subieron y me pusieron una pistola en la nuca. Me obligaron a apagar las luces y me pidieron plata. Yo no me resistí, agarré mi billetera y la sacudí, cayó todo. En el puente de acceso a Santa Ana I me obligaron desviar el recorrido hacia la calle de la Molinera. No sé de donde saqué fuerza y pude quitarle la pistola. No pesaba nada, era de juguete con el formato de una pistola de Policía”, manifestó Salinas. “Tomé coraje, estiré mi mano izquierda y toqué el botón antipánico. Lo toqué un montón de veces. Fueron muchas. Yo tocaba y tocaba”, sostuvo. “Después me agarraron la mano que yo tenía sobre el volante, me la llevaron para atrás. Pensé que lo hacían para evitar que volviera a tocar el botón. "¿Así que vos vas a llamar a la cana?, me dijeron. Sentí un ruido y ví al dedo volar. ­No vas a llamar más a la cana!, me gritó uno de ellos.

“No sé cómo bajaron. No me acuerdo si yo les abrí la puerta; no me acuerdo de nada. Lo único que recuerdo es que después los ví correr y tenían pantalones tipo babucha, como pañales; ancho arriba y angosto abajo”, relató Salinas.

“Saqué una toalla limpia de mi bolso y como pude me envolví. Estaba cerca de la Policía así que manejé hasta ahí”, expresó.

“Esto que voy a contar es muy doloroso para mí. Los policías podrían haber salvado el dedo. No tuvieron conocimientos de primeros auxilios”, se lamentó la víctima.

“Llegué a la comisaría de Santa Ana I y le expliqué a un policía "me asaltaron y me cortaron el dedo, vení' y le mostré mi dedo que había quedado en el segundo escalón del colectivo. Yo lo levanté y le pedí "ponelo en hielo por favor' y el muchacho me dijo "no, no toquemos nada hasta que venga Criminalística'. Me quitó el dedo y lo volvió a poner en el escalón”, contó Salinas casi al borde del llanto. "Quedate tranquilo que ya viene la ambulancia', me dijo el policía. “Esperé de 30 a 40 minutos. La ambulancia nunca llegó. El 911 nunca apareció. Inclusive yo les señalé a los policías: "allá se bajaron, por allá se fueron'. Pero no tenían móviles. Si el 911 hubiese llegado, yo creo que los hubieran agarrado”, aseguró.

El relato de Salinas no tiene respiro y los detalles que cuenta provocan indignación, pero al mismo tiempo temor por la violencia inusitada que demostraron los asaltantes.

“Dos efectivos me llevaron en un auto al centro de salud de Intersindical donde recién me dieron los primeros auxilios. Ahí la ambulancia demoró como 10 minutos. Me llevaron a Cenesa. El dedo quedó en una bolsa. Ya estaba negro, no servía”, se quebró.

El fiscal Portal le pidió hacer una reconstrucción

Salinas es chofer de colectivo desde hace seis años, está casado y es padre de tres hijos. “Puedo olvidar de a ratos. Siento que todavía tengo mi dedo. Me hace mal verme la mano. Lo voy a asumir con el tiempo, pero no sé si volveré a trabajar. Tengo bronca con el 911 que no llegó, bronca con la ambulancia que demoró. No tuvieron predisposición, voluntad, no actuaron como debían, no cuidaron, no preservaron mi dedo. Supuestamente Saeta controla mediante las pantallas cuando desvías el recorrido y llama al encargado de turno. Un señor, creo que es de apellido Genovese del área Legales de Saeta me dijo que el botón fue accionado a las 23.14. Yo creo que lo toqué antes. El fiscal Portal me pidió hacer una reconstrucción, pero no me siento en condiciones. Mi abogado se encargará de todo. Agradezco a mis compañeros que estuvieron. Me interesa el apoyo de la gente. Agradezco a los dos policías que me llevaron en el auto. Esto que me pasó le pudo pasar a cualquiera. Fue como una ruleta. Me tocó a mi. Pido seguridad y que estén atentos porque si alguien toca ese botón es por algo”, hizo hincapié. “Lo más importante es que se reponga psicológicamente y de salud. Queremos que se sienta acompañado por la familia y los que lo queremos”, dijo Cintya Granero, esposa de Salinas.

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