El día parecía ser como cualquier otro en el Cabra Corral. Félix es de aquellos pescadores que prefiere la orilla. La caminata, la búsqueda del mejor lugar para encontrarse con su presa. Así fue que este hombre llegó a la altura del kilómetro 24 en el mayor espejo de agua de Salta.
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El día parecía ser como cualquier otro en el Cabra Corral. Félix es de aquellos pescadores que prefiere la orilla. La caminata, la búsqueda del mejor lugar para encontrarse con su presa. Así fue que este hombre llegó a la altura del kilómetro 24 en el mayor espejo de agua de Salta.
Era sábado y Coronel Moldes comenzó a ver la llegada de cientos de pescadores: en colectivo, en moto, en camioneta. Todos cargando sus cañas, rilees y las mejores carnadas.
Después de hacer unas diligencias en el pueblo Félix decidió tirar su caña en el dique Cabra Corral para pasar el tiempo. Luego de 40 minutos, sin pique, este pescador pensó que el lugar no era el adecuado o tal vez su caña había perdido la carnada. Así que recogió su línea cambio la presa en el anzuelo y volvió a tirar. Los peces daban vuelta pero nada.
“De repente, me apareció una víbora gigante desde el agua. Estaba a cuarenta metros mío. Me asusté. Nunca vi que salga desde el agua semejante bicho”, contó Félix a El Tribuno.
Como si todavía la estuviera viendo, Félix detalló que el ancho de la boca del animal superaba los 12 centímetros. Este hombre es un pescador habitué del dique, conoce sus rincones, las mejores playas y los sitios donde el pique no falla pero nunca había visto o al menos oído sobre ese animal.
Desde un principio descartó que se trate del Cabralito ya que las características no eran como las que ya describieron otros pescadores.
“Siento la obligación de alertar a los pescadores que se acerquen al dique. No es una broma. Ese animal puede atacar a cualquiera y generarle daños”, reflexionó Félix, a sabiendas que cientos de familias pasan sus fines de semana a la orilla del espejo de agua. En el momento que Félix retrocedió, el animal se zambulló de nuevo al agua. “Vi una parte del lomo y era realmente grande. Estuve varios días tratando de determinar qué era lo que había visto”.
El gemido del reptil es similar como el gruñir de un perro y quienes saben de víboras lo reconocen al instante. Desde la Policía Lacustre informaron que por el momento, nadie denunció haber visto un animal de esas características. Sin embargo agradecerán que se informe sobre nuevas apariciones.