El cepo cambiario, el modo en que la jerga popular llama a una serie de prohibiciones aplicadas por el Gobierno desde octubre de 2011, consiguió frenar la llamada fuga de capitales, pero no pudo detener la sangría de reservas del Banco Central, que cayeron 22 por ciento desde la restricción inicial.
Desde la primera restricción impuesta por el Central, el 28 de octubre de 2011 hasta el 19 de julio de 2013 -último dato disponible-, los depósitos en moneda extranjera del sector privado cayeron a la mitad, de 14.000 millones de dólares a 7.000 millones.
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El cepo cambiario, el modo en que la jerga popular llama a una serie de prohibiciones aplicadas por el Gobierno desde octubre de 2011, consiguió frenar la llamada fuga de capitales, pero no pudo detener la sangría de reservas del Banco Central, que cayeron 22 por ciento desde la restricción inicial.
Desde la primera restricción impuesta por el Central, el 28 de octubre de 2011 hasta el 19 de julio de 2013 -último dato disponible-, los depósitos en moneda extranjera del sector privado cayeron a la mitad, de 14.000 millones de dólares a 7.000 millones.
En el mismo lapso, la base monetaria creció 118 por ciento y las reservas cayeron 21,27 por ciento (el tipo de cambio de cobertura asciende hoy a 8,60 pesos, más cerca de los 8,75 pesos del dólar paralelo que de los 5,52 del mercado oficial).