Una foto. Esa es la primera imagen que Mary Robles visualizó ayer al entrar al cuarto oscuro. Una foto que se publicó en El Tribuno tras una jornada electoral de 1990. Allí, ella, esperando para emitir su voto, en la fila de hombres. Hoy se ríe de ese momento, que antes la hería.
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Una foto. Esa es la primera imagen que Mary Robles visualizó ayer al entrar al cuarto oscuro. Una foto que se publicó en El Tribuno tras una jornada electoral de 1990. Allí, ella, esperando para emitir su voto, en la fila de hombres. Hoy se ríe de ese momento, que antes la hería.
Ayer fue su revancha y, otra vez, pudo gozar de un derecho que se ha podido conquistar: el de la identidad. Mary Robles es la primera travesti que recibió su DNI en Salta tras la reglamentación de la nueva ley de identidad de género y, por primera vez, lo usó para sufragiar, en la escuela Almirante Brown.
“Emocionada. Así lo vivo. Es una sensación de muchas cosas: derecho, igualdad y reconocimiento”, dijo Mary Robles. “Y esto es algo que no sólo lo vivo yo, es algo muy importante para todas mis compañeras. Significa nada menos que ser reconocidas como quienes somos”, expresó.
La ley de identidad de género cambia muchas cosas. Los cambios se dan en lo más cotidiano de la vida de cada persona. “Nos garantiza muchos derechos: desde atención médica, hasta un trabajo y vivienda dignos. Nos permite tener una forma de vida diferente a la que teníamos” dijo Robles.
Para muchos, la pregunta es: “¿Porqué recién ahora se sanciona esta ley?” y esa pregunta es el disparador para pensar en cuáles son los derechos que aún se ven vulnerados. “Salud”, responde categórica Mary Robles. “Eso es lo primero. Lo siguiente es seguir trabajando en acciones tendientes a dar fin a la discriminación. Eso es indispensable para hablar de dignidad y quizás sea una larga lucha. Debemos trabajar en conjunto con la comunidad para poder cambiar estos paradigmas sociales que nos afectan a todos, porque somos todos hijos del pueblo”, expresó.
En el proceso electoral
Se ha creado un área política de la diversidad a través de la cual ayer personas del colectivo LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero) trabajaron por primera vez como autoridades de mesa en la escuela Almirante Brown, Mariano Boedo, La Candelaria y Juan Calchaqui.
“Es la primera vez que nos incluimos con la protección del sistema. Antes lo hacíamos anónimamente, no como ahora que la ley nos protege, nos ayuda y nos puede dar asistencia. Esperamos que esto sea el puntapié inicial de la política que vendrá”, enfatizó Mary Robles.
Se llama inclusión y Robles piensa que se hace desde abajo hacia arriba. Para eso, dice, deben haber nuevas leyes que se traduzcan en más oportunidades en pos de la igualdad.
Doblemente pionera
Fue la primera persona trans en recibir su DNI tras la ley de identidad de género. También es la primera funcionaria transexual de la Provincia. Es coordinadora de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénero de Salta.
“El objetivo cuando pensábamos en esta área era tratar de formar un grupo en el que fuésemos representativas como comunidad, desde lo político y lo social porque somos los que muchas veces no tuvimos la oportunidad de contar con el Estado o el apoyo de nuestras familias siquiera”, dijo.
“Ahora, que ya es efectivo, debemos empezar a buscar la punta del ovillo de las problemáticas que tenemos y trabajar en solucionarlas como comunidad, no sólo las personas trans, sino también las personas del grupo LGBT. Debemos trabajar en conjunto con la gente para poder cambiar estos paradigmas sociales que nos afectan a todos, porque somos todos hijos del pueblo”, dijo.
“Hay muchas cosas que no existen todavía para nosotras y aún sufrimos un gran riesgo de vulnerabilidad en el que aparecen flagelos como las drogas, el alcohol y la trata de personas”, concluyó Robles.