La tarde estuvo acorde a la circunstancia y dio un marco excelso para que por lo menos una verdadera multitud se llegue a rendir su culto de fe a San Cayetano.
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La tarde estuvo acorde a la circunstancia y dio un marco excelso para que por lo menos una verdadera multitud se llegue a rendir su culto de fe a San Cayetano.
Según las diferentes fuerzas de seguridad consultadas por lo menos unas 8 mil personas llegaron hasta el templete de la zona oeste en la jornada misma de votación.
A pesar de algunas disidencias por celebrar los cultos al Santo de los Trabajadores el mismo día de las elecciones todo aconteció de manera normal.
A partir de las 13 horas comenzaron con los cortes parciales para el despeje de las zonas aledañas al recorrido de la procesión y a partir de las 16 horas el corte fue total.
Luego de las 18 llevaron las imágenes hacia el Templete y todo concluyó sin demasiadas alteraciones significativas.
El recorrido partió desde el Templete a San Cayetano, por calle Luis Gemes, Entre Ríos, Junín, Ameghino, Pedernera, Alsina, Coronel Suárez (donde se celebró la Santa Misa), prosiguió por Guerra Gaucha y Luis Gemes hasta concluir en el Templete.
Si bien se celebraron misas a las 7, 10 y 11.30, la central, presidida por monseñor Mario Antonio Cargnello, la procesión comenzó a las 17 ante un marco espectacular de gente apostada en las graderías naturales del predio de la plaza España.
Homilía
Las palabras de la homilía estuvieron a cargo quien habló ante el gentío que escuchaba en respetuoso silencio.
Cargnello dijo que para este año el mensaje debe ser que “todos somos peregrinos de vida”, caminantes que estamos de paso.
“Esa es la vida y nosotros estamos de paso. Cuando nacemos salimos de Dios y vamos por la vida recorriendo el camino hacia Dios en nuestra muerte”, le dijo ante la multitud.
El arzobispo de Salta miró a su gente a quien denominó como “pueblo de fe” y preguntó si realmente se sentía devoto de Dios.
“Yo me pregunto si realmente somos verdaderos creyentes de Dios. y sobre todo si nuestra camino está dirigido hacia nuestro Señor”, preguntó el religioso.
Sucede que, según el mismo Cargnello, el santo patrono del trabajo San Cayetano tenía una obsesión que guiaba todas sus buenas acciones y era justamente la formación de buenos sacerdotes que nunca estuvieran satisfechos con su fe, y que siempre estuvieran en la continua búsqueda del camino hacia Dios.