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Paula Moreno: "Faltan terapias para víctimas de la explotación sexual"

Martes, 20 de agosto de 2013 02:19

La licenciada en Psicología Paula Moreno es especialista en intervención y asistencia a niñas víctimas de trata de entre 10 a 18 años. Visitó Salta en el marco de I Congreso Internacional de Trauma Psicológico. Expuso sobre la intervención psicológica que se realiza a niñas que fueron sometidas a redes de trata con fines de explotación sexual.

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La licenciada en Psicología Paula Moreno es especialista en intervención y asistencia a niñas víctimas de trata de entre 10 a 18 años. Visitó Salta en el marco de I Congreso Internacional de Trauma Psicológico. Expuso sobre la intervención psicológica que se realiza a niñas que fueron sometidas a redes de trata con fines de explotación sexual.

En su disertación, que incluyó testimonios de las niñas rescatadas, expuso el mecanismo de acción de los que integran estas redes, la vulnerabilidad de las víctimas, la importancia de la asistencia psicológica más allá de la situación de rescate y del trabajo en conjunto con otros equipos de profesionales.

Moreno destacó que la formación de los profesionales en trauma es fundamental. También lo es alejar la idea de que los psicólogos son como “rescatadores” únicos de la víctima y así, aclaró, se corre el riesgo de que los esfuerzos no den buenos resultados.

Desarrolló los factores que hacen vulnerables a las niñas de ser captadas por una red de trata y entre ellos mencionó: escaso conocimiento del tema, falta de oportunidades de inserción laboral y social, pobreza, engaños o incentivos falsos, entre otros.

En su exposición, denominada “Trata de niñas: una traumatización compleja, una intervención compleja”, explicó que lo que se observa en los menores es que, generalmente, es la familia la que entrega a la niña a la red o para el caso existe un integrante de ésta vinculado con la red de trata y es el encargado de vender o entregar a la menor.

Detalló que en el proceso de captura hay una etapa de reclutamiento, traslado de la víctima en el que interviene un transportista que lleva a la persona hacia el lugar de explotación propiamente dicho. En ese lugar aparecen los intermediarios que luego se pondrán en contacto con el proxeneta, quien es el que dirige la red y dispone de las víctimas.

Es un tema muy presente la trata de personas, pero parece que la parte judicial y la asistencia psicológica no van a la par.

Sí, eso es lo más difícil. Primero, que las intervenciones judiciales lleguen a buen puerto porque esto implica no solo denunciar a los proxenetas, sino a toda una red de prostitución, con lo cual eso es muy difícil y en donde puede haber amenazas a la víctima, especialmente, y a los profesionales que intervienen en esa situación. Desde lo terapéutico hay pocos servicios que trabajan con asistencia psicológica para estas personas. Hay más para la asistencia en el rescate y hay más refugios, pero no pasa igual con el tratamiento psicológico para la víctima de explotación sexual.

¿Lo que usted ve es que falta asistencia psicológica para la víctima en el tiempo?

Lo que más cuesta es aunar criterios respecto de lo que significa una situación de trauma para un niño, los efectos de la traumatización y qué elementos hay que tener en cuenta o qué factores de riesgo hay que evitar para la revictimización del chico, y trabajar en conjunto para la recuperación y reinserción de ese niño en la sociedad. Lo que falta es unir criterios con los distintos equipos que intervienen para lograr esa meta.

¿Cómo se trabaja en el autocuidado de los profesionales que intervienen en esta tarea?

Primero, lo que evita la traumatización en los profesionales es trabajar en equipo y es fundamental formarse. Desde lo personal empecé a trabajar con lo que se llama atención plena, que es una forma de meditar, en donde cada uno puede desarrollar la atención sobre nosotros mismos y poder así darnos cuenta de qué es lo que nos pasa en nuestras emociones, pensamientos y conductas. En base a eso no trabajar en piloto automático, sino poder frenar y tomar la decisión de qué es lo que vamos a hacer. Ese freno siempre hay que hacerlo en función del trabajo en equipo.

¿Cree que la comunidad se interesa por estos temas?

Con el trabajo que hacen las organizaciones no gubernamentales se va ampliando ese interés. Si bien este trabajo lo han empezado hace muchos años como por ejemplo la ONG de Marita Verón o La Alameda, el efecto que tiene en la sociedad sigue siendo poco. El trabajo es largo y arduo para que la sociedad se dé cuenta de que esto existe y de que está a lado nuestro.

¿Qué le diría a nuestros lectores sobre la trata infantil para sensibilizarlos?

Primero, partiría diciendo que esto existe realmente, que no es un invento y que no es que solo existe en la tele, sino que está todo el tiempo al lado nuestro. Si tenemos en cuenta la vulnerabilidad con la que estos chicos vienen y viven, y si podemos registrar eso en la sociedad evitando los malos tratos, los abusos, las negligencias y siendo conscientes de esto, a lo mejor podemos evitar que estos chicos no sean captados. Esto va a significar que estamos alerta a lo que significa el trauma para un niño.

La cautividad de las víctimas
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“La trata de personas incluye el reclutamiento, traslado y recaptación de una persona con fines de explotación como el trabajo forzado, servidumbre, esclavitud y prostitución”, expresó Paula Moreno como definición de trata.
Entre las características de la cautividad, detalló: “La relación del proxeneta con la víctima constituye un vínculo en el que se materializa todo lo bueno y, al mismo tiempo, todo lo malo que esa persona puede tener. El proxeneta es todo para la víctima”. Agregó que muchas de las víctimas suelen llamar a los proxenetas “maridos” o referirse a ellos como “si fueran sus padres”. En el momento de la captura Moreno describió: “A las víctimas les cambian los nombres, los documentos, la ropa que visten en ese momento la tiran y también descartan cualquier cosa que le recuerde a la persona captada su familia, sus afectos; que la conecte con sus recuerdos”.

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