Punzante, directa, dolida y enojada. Así se la nota a la modelo Karina Jelinek en la entrevista que le dio al diario Mmuy donde “destrozó” a su marido Leonardo Fariña, de quien confirmó que está separada. “Con él todo es muy raro, es un tipo turbio”, atacó.
La modelo ya se había descargado en Twitter contra uno de los acusados en la ruta del dinero K. Pero ahora fue por más. “Lo de Lanata fue el principio del fin, porque de golpe me vi envuelta en un quilombo. Le hice un montón de preguntas que no me pudo responder. Yo no sabía quiénes eran sus amigos, sus jefes, de qué trabajaba. Con él, todo es muy raro. Es un tipo turbio”, disparó.
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Punzante, directa, dolida y enojada. Así se la nota a la modelo Karina Jelinek en la entrevista que le dio al diario Mmuy donde “destrozó” a su marido Leonardo Fariña, de quien confirmó que está separada. “Con él todo es muy raro, es un tipo turbio”, atacó.
La modelo ya se había descargado en Twitter contra uno de los acusados en la ruta del dinero K. Pero ahora fue por más. “Lo de Lanata fue el principio del fin, porque de golpe me vi envuelta en un quilombo. Le hice un montón de preguntas que no me pudo responder. Yo no sabía quiénes eran sus amigos, sus jefes, de qué trabajaba. Con él, todo es muy raro. Es un tipo turbio”, disparó.
Jelinek afirmó que no se separó “por las minitas” que buscan fama. “Veníamos mal desde hace un año. Ya no compartíamos nada. El me tenía muy abandonada. Cada vez que lo invitaba a mis desfiles o a mis viajes, me decía que tenía que trabajar”.
Sobre la foto que desencadenó la separación, la modelo dijo que se enteró por Twitter. “Parece que ahora se destapó la olla. Todos los fines de semana me llegaban mensajes diciéndome que Leo estaba en tal o cual lado. Durante mucho tiempo miré para otro lado y me hice la boluda, pero me está haciendo quedar como una pelotuda delante de todo el mundo”, comentó inusualmente enojada.
Karina también confirmó que hicieron terapia de pareja, pero que la situación no daba para más. Y enfatizó que se arrepiente de haberlo defendido. “Quedé como una pelotuda y medio país se cagó de risa de mí. Fue mi último gesto de amor hacia él y mirá cómo me respondió”, dijo.
“No entiendo porqué niega la separación. Se ve que todavía no le cayó la ficha. La remé tanto que me quedaron los brazos de Popeye”, ironizó Jelinek. Y cerró: “No quiero hombres en mi vida por un largo tiempo. Lo único que quiero son perros”.